La presión de los miles y miles de jóvenes que se incorporan a la escena musical, no consigue apartar del circuito a los veteranos. Lo intentó el punk del 77 pregonando la guerra contra los dinosaurios. La beligerante actitud y el claro mensaje logró una cierta repercusión, pero, pocos años más tarde, las aguas dejaron de emitir ni siquiera ondas, por lo que todo continuó como había funcionado durante toda la vida del rock: jóvenes y veteranos. Aún más, quienes pregonaron la ruptura con los consolidados y su acomodamiento, pronto se convirtieron (salvo excepción) en aquello que criticaban: veteranos en busca de un salario cuanto más alto mejor.

Asentado el ideario rockero/veterano como una verdad inamovible, Rock Legend basa su programación en artistas que, de una u otra forma, tuvieron una juventud explosiva y un atardecer honesto. En rueda de prensa celebrada ayer en la sala BBK, con motivo de la presentación de la campaña, Gorka Martínez Salcedo, de la Fundación BBK, patrocinadores del ciclo, comentaba: «Music Legends pretende convertirse en un referente musical para aquellos rockeros y rockeras que quizá dejaron de ser unos chavales, pero que aún sienten inquietud por ver a estos rockeros de toda la vida y en una sala como la de la BBK, que ofrece unas condiciones perfectas para conciertos no masificados».

No obstante, y conociendo la veneración bilbaina (al margen de los inquietos de cualquier otro territorio que se acerquen) por las leyendas, no es de extrañar que en más de una fecha la sala se quede pequeña, por lo que conviene adquirir las entradas con cierta antelación.

Los nombres

Desde nuestro punto de vista el mayor interés lo despierta Marianne Faithfull, lo que no conlleva que vaya a ser el concierto más popular. Marianne Faithfull comienza su carrera en 1964 con una canción de Jagger y Richards, «As tears go by», que se convierte en un clásico por su melodía y belleza. Poco después Jagger y Marianne son pareja, al tiempo que consigue una serie de éxitos encadenados: «This little bird», «Summer night» y «Come and stay with me». En declaraciones al semanario británico New Musical Expres, Marianne afirma en el 65: «He dormido con tres de los componentes de los Rolling Stones y he decidido que Jagger es el mejor». Divorciada de John Dunbar, su primer esposo, y acabada su relación con Jagger, sus problemas con las drogas están a punto de convertirle en un ser marginal irreversible. Por fortuna, en 1979 la aparición del sugerente «Broken english» apunta a que la londinense ha recuperado la lucidez y el talento. Después llegaría el cine, una larga lista, el olvido, el vértigo, la recuperación, el reconocimiento... y un nuevo disco, «Horses and high heels», que se publicará, como ya adelanto GARA hace unos días, el 31 de este mes en la Europa continental, y en marzo en Gran Bretaña y Estados Unidos. La fecha de su actuación en Euskal Herria aún no es oficial, pero la previsión es de que sea el 5 de abril, seguramente con un merecido lleno.

El 8 de febrero el invitado es Ian Anderson, que no viene como Jethro Tull, pero sí con banda. Los veteranos desearían encontrarse con el grupo original o uno de ellos, pero eso no ocurre desde hace decenas de años, por lo que, al final, lo que cuenta, es el repertorio que elija y, en menor medida, el tipo de formación que traiga. Él es el líder, la flauta, la voz y el compositor.

Curiosa resultará la llegada de Alvin Lee, quien fue líder de Ten Years Afters, una de las mejores bandas de rock-blues de todos los tiempos. Lee posee, además, una amplia carrera en solitario. Mayall, Wyman y Wats son grandes músicos, pero más habituales y ya han pasado en más de una ocasión por Euskal Herria.