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Tras la última operación policial

Beortegi: «En el `agujero' hubiera dicho hasta que maté a Manolete»

Se llama Xabier Beortegi, ha pasado cuatro días con la Guardia Civil y tras ellos hasta el abogado de oficio lo vio claro. Ha sido «la experiencia más límite de mi vida», pero ayer sacó fuerzas de flaqueza para contarl0. No sólo el dolor de los golpes -«estaban obsesionados con los testículos»- sino sensaciones aún más profundas: «Llegué a asumir que tenía que ratificar la declaración ante el juez, pero en el último momento decidí que no, que le iba a decir la verdad».

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Ramón SOLA | IRUÑEA

Al contrario que en otras ocasiones, esta vez la rueda de prensa discurrió entre un silencio sepulcral. El testimonio no era para menos. Xabier Beortegi acaba de volver del peor viaje de su vida, según subraya. Un viaje tan duro en lo emocional como largo en lo físico; aún le sorprende recordar que un traslado de Iruñea a Madrid «debe durar unas cinco horas, pero a mí se me hizo eterno. No sé si serían 24 horas o cuántas, no lo sé».

Lo narró todo ante los medios ayer en Iruñea, en un testimonio entrecortado sólo una vez por la emoción pero manteniendo un tono sereno, incluso cuando llegó a la conclusión: «Ha sido la experiencia más límite de mi vida, y sólo espero que esto no le pase a nadie más. No se puede tener una cuadrilla de sicópatas así, haciendo lo que les dé la gana». Pese a la contundencia de la frase, no había odio en su expresión, sino ganas de difundir la verdad de su caso.

Beortegi es uno de los once detenidos en la madrugada del martes 18. Seis han terminado en prisión, por lo que no pueden narrar de modo directo qué ocurrió en esos cuatro o cinco días de incomunicación. Él sí decidió hacerlo, en orden cronológico y advirtiendo previamente de que lo haría de modo general, sin entrar en muchos detalles que seguramente harían la narración interminable y más dolorosa todavía. «Todo comenzó a las 2.00. Llamaron al timbre, salí en ropa interior y me encontré a tres guardias civiles apuntándome con pistola. Entraron todos a mi casa y me ataron las manos con unas cuerdas, pero durante el registro el trato fue correcto».

Las cosas iban a cambiar pronto, después de que fuera llevado en un Patrol a la Audiencia de Iruñea, «donde pasé ante un forense. Le declaré que el trato era correcto. Y a partir de ahí vino la pesadilla».

«No me mantenía en pie»

Otros guardias civiles se encargaron entonces del joven de Errotxapea, y antes que nada le dejaron claro que «eran un grupo especial. Me dijeron que hasta ahora todo habían sido risas, pero que entonces empezaba la pesadilla, y que yo estaba `muerto como militante'. Las amenazas sicológicas eran constantes: con la familia, con todo...»

En esa nueva fase, camino a Madrid, empezaron los golpes. «Estaban obsesionados con los testículos y con los tocamientos, pero también me pegaban en la cabeza. Poco a poco pierdes la noción hasta de quién eres. Se me hizo eterno. Cuando bajé del coche, no podía ni mantenerme en pie, no sé si por la tensión, por los golpes... Tuvieron que llevarme entre varios».

De ahí «al `agujero', a los calabozos». Beortegi remarcó sobre todo el silencio total y la oscuridad absoluta. Permaneció con un antifaz en la cabeza en todo momento. De vez en cuando lo sacaban para los interrogatorios. En ese punto de la narración hizo un alto para tragar saliva, y siguió: «Eran golpes continuos en la cabeza. Y me ha- cían estar en cuclillas hasta la extenuación; entonces, cuando no podía ya ni respirar, me ponían una bolsa en la cabeza. Todo esto era continuo», subrayó.

A partir de ahí, el joven de Iruñea captó cómo funciona el mecanismo de las autoinculpaciones: «Te van sacando nombres, los nombres que ellos quieren que salgan: entorno familiar, amigos, gente que trabaja contigo en el barrio... Te hacen hacer un organigrama». Todo ello entre golpes y humillaciones.

Llegó un momento, explicó Beortegi, en que «les dije `vale, colaboro, hago lo que queráis, digo que he matado a Manolete... Entonces aparecieron con las preguntas y las respuestas, escritas. Estuve una tarde para aprendérmelas. Metes `marrones' a los demás, te `enmarronas' tú mismo, lo que sea... Entonces te meten otra vez al `agujero' y la cosa se tranquiliza un poco. Luego vinieron y me dijeron `vale, pero esto es lo fácil, ahora ratifícalo ante el juez y saldrás en libertad'».

En ese momento, según admitió Beortegi, «yo asumía ya que eso era así. Pero en el último momento decidí que no, que iba a decirle al juez la verdad». Quedó libre en la tarde del viernes. Atrás quedaban más de 85 horas en manos de la Guardia Civil.

De la alarma a las soluciones

Antes y después de la emotiva intervención de Beortegi tomaron la palabras sendos representantes de Torturaren Aurkako Taldea y el movimiento pro-amnistía. Por parte de TAT, Ane Ituiño remarcó que lamentablemente se ha hecho realidad la «alarma roja» que habían encendido el martes de la pasada semana, tras las once detenciones. Recordó que un arrestado por la Policía española y cinco de los capturados por la Guardia Civil han acabado en prisión y que todos han denunciado torturas tras la incomunicación.

Para Ituiño, en este caso hay dos elementos remarcables. En primer lugar, que nadie respondiera a la llamada de socorro de Patxi Arratibel tras escribir la palabra «laguntza» al revés en su declaración policial. Y la segunda, que hasta los abogados de oficio hayan percibido en dos casos que había elementos para pensar en maltratos. La representante de TAT remarcó que esto hace especialmente grave la actitud del juez Fernando Grande-Marlaska, «ya que no sólo ha hecho caso omiso a la denuncia de los abogados de oficio, sino que ha enviado a prisión a uno de los jóvenes [Iñigo González]».

Por su parte, el movimiento pro-amnistía recalcó que tras la última decisión de ETA «los estados han respondido con detenciones y torturas. Mientras en Euskal Herria se están dando pasos firmes hacia una solución democrática y una situación de paz, desde Madrid nos llegan iniciativas violentas y expresiones de guerra. Hoy, el Estado es el único que emplea la violencia en Euskal Herria».

Ante esta situación, emplazan a los agentes vascos a actuar «de modo unitario, en torno a un compromiso acordado». Y anticipan una próxima ronda de contactos para abordarlo.

13-F

Tras estos últimos casos, el movimiento pro-amnistía incidió en la necesidad de mantener la movilización social contra la represión, y en concreto contra la tortura, y recordó que el 13 de febrero será la jornada anual contra esta lacra.

HRW: «España rechaza las recomendaciones»

Precisamente ayer la organización internacional Human Rights Watch hizo público su informe de 2011, en el que se incluye un pequeño apartado dedicado al Estado español. Ahí se apunta que Madrid ha rechazado las recomendaciones hechas por HRW sobre el régimen de detención y que le fueron trasladadas en el mes de mayo. En concreto, incluían la supresión del régimen de incomunicación.

Se citan además como hechos principales de 2010 el anuncio de ETA de un alto el fuego «unilateral» en setiembre, la muerte de un sargento francés en un tiroteo en marzo y las condenas de más de 1.000 años de cárcel por el atentado de la T-4 de Barajas. GARA

ateakireki.com, compromiso con la libertad de expresión

La redada ha atacado frontalmente al medio digital apurtu.org, con el encarcelamiento incluido de uno de sus miembros, Mikel Llamas. Y un grupo numeroso de periodistas navarros, cerca de 40, se ha movido de modo rápido y contundente: la pasada semana ya presentaron un texto en denuncia de la operación y en favor de la libertad de expresión, y ahora han puesto en marcha la página web ateakireki.com, que difunde el manifiesto y recopila información sobre los últimos acontecimientos.

Su posición se basa en defender un escenario en el que se respeten todos los derechos de todas las personas, «sin ataques a medios de comunicación, sin ningún tipo de coacción, un escenario en el que todos y todas podamos opinar y trabajar en libertad. Y en ese escenario también pedíamos un hueco para proyectos como el de Apurtu». La web surge ahora porque «nos parece que lo que ha sucedido con apurtu.org es una grave vulneración de los derechos civiles y políticos, y porque creemos que la sociedad necesita ventanas para poder informarse de estas injusticias».

En ateakireki.com se pueden encontrar las noticias y comentarios de opinión aparecidos sobre esta redada en diversos medios (GARA, ``Berria'', ``Diario de Noticias'', nabarreria.com, ``Zu zeu''....). También documentación sobre la parte oficial, es decir, las acusaciones policiales y judiciales. Y junto a ello, imágenes de las movilizaciones y vídeos de actos concretos como la comparecencia realizada por firmantes del Acuerdo de Gernika y familiares el viernes ante la Delegación del Gobierno español en Nafarroa o la manifestación que reunió a unas 10.000 personas el sábado en Iruñea para exigir el fin de las detenciones.

En la iniciativa aparecen periodistas de alrededor de quince medios de todo tipo, y hay varias adhesiones también de carácter colectivo. GARA

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