Crónica | Celebración oficial de la conquista
Que 1512 es una fecha «triste» tuvo que decirse en francés
No pongas eso en mi boca. No lo he dicho yo. Me he limitado a leer el texto de Lucien, porque está afónico. Yo tengo otra amplitud, otra altura de miras». Con estas palabras de Ricardo Sáez se rompió el ejercicio de funambulismo discursivo con el que se presentaron ayer los fastos del quinto centenario de la conquista de Nafarroa. De lo que reniega Sáez es del apelativo «triste» con el que la Asociación de Amigos de la Vieja Navarra describió la fecha de 1512.
Aritz INTXUSTA
La celebración de la conquista de Nafarroa resulta complicada de justificar. El alambre por el que debe transcurrir el discurso es excesivamente fino. Hay que reconocer que el presidente Miguel Sanz se esforzó y habló de «conquista e incorporación». Endulzó su discurso afirmando que las comisiones que han formado para investigar y divulgar la pérdida de la independencia serán «rigurosas en lo científico y abiertas en lo social». Menos afortunado en estos juegos de equilibrismo estuvo el alcalde de Tudela, Luis Casado, que habló de la «lealtad» de una Nafarroa que posee el «convencimiento de ser parte funda- mental de España». Aun así, Casado (UPN) se ciñó a lo políticamente correcto: 1512 debe recordarse porque es una fecha «trascendental».
Pero el número circense fracasó con la última ponencia. Los invitados del norte, los Amigos de la Vieja Navarra, se convirtieron en un soplo de aire fresco dentro de la encorsetada ceremonia. Esta ráfaga de viento terminó por derribar del alambre el endeble discurso. Con una sola frase, Lucien Hurmic atragantó a las autoridades: «No hay mal que por bien no venga (a quelque chose malheur est bon) y espero que el triste año 1512 sea la ocasión de mostrar el renacer y la proyección cultural de Nafarroa».
Hurmic estaba presente en el solemne acto y lucía txapela. Sin embargo, se encontraba afónico, por lo que el profesor de la Universidad de Reims Ricardo Sáez se vio obligado a leer el discurso del Amigo de la Vieja Navarra. Al término de la charla, requerido sobre el adjetivo «triste», Sáez se desligó de su compañero insinuando que le faltaba «altura de miras» como a él. Hurmic escuchó todas las puñaladas que le lanzó su colega, aunque no las entendió, ya que no sabe castellano.
Conscientemente o no, Hurmic se despachó a gusto y ahondando en algunos temas tabú. «El nombre de Navarra ha recuperado su significado, no sólo para la cultura, sino para la toma en conciencia de un territorio bien definido que se siente unido por un sentimiento de comunidad», leyó a regañadientes el profesor Sáez. Hurmic también le hizo decir que los lazos entre Hegoalde e Iparralde son «indestructibles» y que el Parlamento de Pau usa el nombre de de Navarra «indebidamente».
Fuera del picante de Hurmic, las ponencias de ayer dieron para poco. Se anunciaron charlas, conferencias, estudios y publicaciones sobre el quinto centenario de 1512. Todo bastante predecible, como la nueva página web que han enlazado a la oficial de navarra.es. Sí que sorprendió el consejero de Cultura, Juan Ramón Corpas, al anunciar una original ruta turística sobre la conquista de 1512. No obstante, esto va en consonancia con la dinámica encaminada a reducir al Reyno de Navarra a una marca turística, que incluyó hasta rebautizar El Sadar.
Las Navas de Tolosa, 1212
Para limar asperezas y que la celebración de la conquista no sea algo tan sangrante, el Gobierno de Navarra ha decidido impulsar otra efeméride, la de las batalla de las Navas de Tolosa, de 1212. La tradición dice que las cadenas del escudo navarro provienen de esa batalla contra los almohades en Al Ándalus, aunque estudios rigurosos lo desmienten. De todos modos, al conmemorar la batalla han desenvainado un arma de doble filo, pues se trata una ofensiva cristiana contra los árabes. Eso explicaría otra de las frases del discurso de Sanz, cuando aseguró que la celebración pretende «fomentar la concordia, el diálogo y la aproximación entre pueblos y culturas diferentes».
La ministra española de Cultura, Ángeles González-Sinde, que llegó con el tiempo justo y rostro mohíno, fue la gran homenajeada como miembro de honor de las comisiones. González-Sinde dijo que estas conmemoraciones no deben «enturbiar la convivencia». Habló de las cadenas navarras como símbolo de unión entre culturas, pero no dijo nada de la conmemoración de la gran efeméride de este año, los 1300 años de la llegada de los musulmanes y la batalla de Guadalete. En cuanto a la conquista de 1512, la ministra habló de «unión».