Álex de la Iglesia dice que dimitirá tras la gala de los Goya
El presidente de la Academia española de cine, Álex de la Iglesia, anunciaba ayer que dimitirá de su cargo tras la celebración de la gala de los Goya. El anuncio lo hacía un día después de que el Gobierno español pactara con PP y CiU una enmienda que dará luz verde a la denominada «Ley Sinde» en una próxima votación en el Senado. La ministra de Cultura, que ayer viajó hasta Iruñea, mostraba fuera de cámaras y micrófonos, su deseo de que De la Iglesia «dimita ahora».GARA | MADRID
La disposición final segunda del Proyecto de Ley de Economía Sostenible, más conocida como «Ley Sinde», no pasó desapercibida durante la votación del pasado 21 de diciembre. Entonces, el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero se quedó sin los apoyos de los grupos representados en el Parlamento español, por lo que la iniciativa no pudo salir adelante, y varias asociaciones de internautas mostraron su oposición a esta medida que prevé clausurar páginas web de descargas mediante actuaciones judiciales. Ayer, sin embargo, el Gobierno español consiguió acordar una enmienda junto con el PP y CiU para que el proyecto sea aprobado en su próxima votación en el Senado.
Este acuerdo tampoco dejó a nadie indiferente, y menos al presidente de la Academia española de Cine, Álex de la Iglesia, quien anunciaba ayer que dimitirá tras la próxima gala de los Goya que se celebrará el próximo 13 de febrero. «Después de la gala, dimito como presidente», recalcaba en un artículo publicado ayer en «El País».
Según indicaba el escrito, De la Iglesia se adentró en el debate sobre la «Ley Sinde» haciéndolo «fatal, sin conocer el tema a fondo», y dejándose llevar por sus «prejuicios, que son muchos y variados». Eso le llevó a decidir reunirse con quienes quisieran hacerlo para explicarle sus puntos de vista.
«De pronto descubrí que había muchos puntos en común. Nadie estaba a favor del todo gratis, estaban de acuerdo en reconocer los derechos (y obligaciones) del autor frente a su obra, y a todos les parecía correcto buscar una manera ágil y eficaz de hacerlo. Yo, por mi parte, reconocí que el modelo de mercado necesitaba ser ampliado y corregido, que la oferta legal no era suficiente, y que compartir archivos con libertad era algo inamovible y deseado por todos», destacó.
«No voy a dejar de discutir -añadía-, pero prefiero hacerlo como director de cine que como presidente de la Academia. Lo coherente es dejarlo. Acabaré lo que he empezado; no quiero decepcionar a los compañeros de profesión, y prometo no empañar la ceremonia con este asunto», destacaba.
«Que dimita ahora»
Por su parte, la Ministra española de Cultura, Ángeles González-Sinde, acudió ayer a Iruñea para reunirse con el presidente navarro, Miguel Sanz, con motivo del 500 aniversario de la conquista navarra que se conmemorará el año que viene. Tras el encuentro, y antes de atender a los periodistas que esperaban sus declaraciones sobre el acuerdo de la enmienda, la titular de Cultura, con semblante serio y enfadado, mostraba en un corrillo en los pasillos del Archivo General de Nafarroa su deseo de que De la Iglesia «dimita ahora», sin demorarse hasta la gala de los Goya.
Sin embargo, ante los medios de comunicación, González-Sinde protagonizaba declaraciones bien diferentes. Agradecía al director bilbaino el «esfuerzo que ha hecho en las últimas semanas de conocer las razones, de mediar y profundizar en este debate». «Él se ha expuesto, ha invertido muchísimo tiempo y energía, y yo se lo agradezco enormemente y respeto sus criterios», dijo.
Por su parte, la Asociación de Internautas mostró su disconformidad con la norma al considerar que «limita aún más los derechos fundamentales» por «obligar a las operadoras de servicios de telecomunicaciones a identificar a los titulares de las web y a proporcionar estos datos en un tiempo máximo de 24 horas».
En la otra cara de la moneda, la Coalición de Creadores reconoció su «moderada satisfacción», ya que considera que la iniciativa propuesta debe ser mejorada y debe servir para «atajar la constante, masiva y diaria vulneración de los derechos de propiedad intelectual».