«La gente no entendería que la unidad que se ve en la calle no tuviera un reflejo electoral»
La plataforma Hamaika Bil Gaitezen se dio a conocer en febrero pasado, en una movilización que aunó a cinco mil personas. Su objetivo es forjar una alianza entre todos los abertzales de izquierdas, pero su objetivo no está en los líderes de los partidos, sino en la misma sociedad.
¿Cómo valora la experiencia de Hamaika Bil Gaitezen durante este primer año?
Nuestro objetivo, desde que nos presentamos hace un año, ha sido que somos muchos los abertzales y que es hora de unirnos para conseguir un cambio político real en Nafarroa. Desde el principio nos dirigimos a las bases sociales para fomentar el trabajo en común y socializar la necesidad de que hay que aglutinarse y trabajar conjuntamente. Sólo así conseguiremos otra Nafarroa. Lo cierto es que el éxito de nuestra primera movilización nos sorprendió, porque había unas ganas implícitas de que esta confluencia llegue. A medida que hemos ido avanzado y desarrollado distintas iniciativas, hemos percibido que es mucho más lo que nos une que lo que nos separa.
Hamaika Bil Gaitezen pide valentía...
En el acto del día de Nafarroa, el 3 de diciembre, interpelamos directamente a los partidos, teniendo ya en mente la llegada de las elecciones. Les repetimos que tienen la capacidad de aglutinar a todos estos sectores de izquierdas y abertzales que están en las calles y, en consecuencia, les pedimos valentía de cara a alcanzar acuerdos. Les explicamos que esa sensación latente en la calle, esas ganas de unidad, no pueden dejar de tener un reflejo electoral.
¿Y cómo se vive en las calles el hecho de que todavía no esté claro si la conjunción de fuerzas va a ocurrir?
Nosotros, como todos, seguimos atentamente la prensa, escuchamos los argumentos de unos y otros. Como plataforma no vamos a entrar a valorar uno a a uno qué posición están marcando los distintos agentes. Ahora bien, lo que no entenderíamos como base social que somos es que se dejara pasar esta oportunidad. Es incomprensible que los sectores que hablan de cambio den luego prioridad a otros intereses partidistas que, en definitiva, lo que van a facilitar es que perdure ese status quo que se han comprometido a modificar. Por tanto, consideramos que la misma gente ha de convertirse en el revulsivo que fuerce esta conjunción de las distintas sensibilidades. Si reclamamos valentía a este espectro político es porque creemos que la sociedad les exige que estén a la altura de las circunstancias. La demanda de cambio es absolutamente palpable en la sociedad. Nos merecemos otra Nafarroa y para ello hace falta un cambio institucional. Ahora cada agente debe pensar y valorar qué está aportando en estos momentos.
Entonces, ¿creen que no es momento todavía de tirar la toalla?
Nosotros vamos a seguir trabajando. Animamos a toda la base social a que lo siga intentando, porque el cambio llegará de abajo hacia arriba.
¿Qué aportación ha podido tener el Acuerdo de Gernika?
Está claro que ese pacto a nivel nacional supone una herramienta muy útil, en el sentido en que también ha propiciado movilizaciones muy importantes de respuesta conjunta y ha dado prioridad a los mínimos que nos unen. El sábado vimos la potencialidad de un acuerdo como el de Gernika. Resulta evidente que en Nafarroa eso es lo que la gente está esperando.A.I.