El cadáver de María Ángeles Germán, la mujer desaparecida en Urbiola en el pasado mes de agosto, fue hallado a media tarde de ayer en una acequia situada a un kilómetro del pueblo. Anoche no se había facilitado ninguna hipótesis sobre la razón por la que el coche se encontraba sumergido en el agua y no había sido hallado hasta el momento, dado que al parecer la poza había sido revisada hace semanas. De hecho, anoche todavía no existía confirmación oficial total sobre la identidad del cuerpo, que estaba muy deteriorado.

Según se afirmó desde el primer momento de la desaparición, la mujer tenía previsto acudir en la tarde del 9 de agosto al veterinario con su perro, pero no llegó a Los Arcos, la localidad en que tenía la consulta. Entonces se perdió su pista.

Las investigaciones

La desaparición fue definida desde el inicio por los investigadores como un caso muy difícil de esclarecer, toda vez que no había motivos aparentes para la situación. En repetidas ocasiones los bomberos y equipos de emergencia rastrearon los alrededores de Urbiola, sin resultados.

En la cercana localidad de Villamayor de Monjardín los bomberos rastrearon una balsa de riego tratando de encontrar a la mujer desaparecida. Una valla en mal estado en esta balsa llevó a los investigadores hasta ella, aunque el rastreo, que se repitió en otros días, se cerró sin ningún resultado. Unos días después, la búsqueda de Germán se trasladó a otra balsa, en este caso en la localidad de Salinas de Oro.

No obstante, dos meses después de la desaparición fue detenida una pareja amiga de Germán y su marido, que regentaban un mesón en Urbiola. Al parecer, el hombre había mantenido una relación sentimental con la vecina de Urbiola desaparecida. La detención de la pareja llevó consigo el registro exhaustivo de la vivienda del matrimonio en la localidad de Barbarín, así como de otros inmuebles de su propiedad.

La Policía Foral registró la casa durante nueve horas en busca de indicios o alguna pista que ayudase a resolver este caso. Al registro de su domicilio siguió su paso a disposición judicial. En el caso de la mujer detenida, la jueza de Lizarra decretó su puesta en libertad sin cargos una vez prestó declaración, La detención de su marido se prolongó dos días más. Así, el vecino de Barbarín salió también en libertad tras declarar ante la jueza, aunque con la obligación de presentarse en el juzgado los días 1 y 15 de cada mes.

La desaparición de Ángeles Germán y la detención del matrimonio provocó un gran revuelo en la zona. En estos meses se han celebrado concentraciones donde exigían la verdad y apoyaban a la familia.