El objetivo del atentado de Moscú eran los ciudadanos extranjeros
Los investigadores aseguran que la elección del lugar donde fue perpetrado el último atentado en Moscú, el aeropuerto internacional de Domodedovo, no fue casual, sino que el fin de los responsables de la explosión era causar el mayor número de víctimas entre ciudadanos extranjeros. Hasta la fecha, los ataques ligados a la rebelión en el Cáucaso Norte cometidos en territorio ruso habían tenido como objetivo a la población civil rusa.Antoine LAMBROSCHINI (AFP) |
Los encargados de investigar el atentado que el lunes mató a 35 personas en el aeropuerto moscovita de Domodedovo anunciaron ayer que su autor, originario de una república norcau- cásica, buscaba «principalmente» matar a extranjeros, una conclusión que supone una mala noticia para la seguridad de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014 en Sochi.
«No es casual que el acto de terrorismo tuviera lugar en la terminal de llegada de vuelos internacionales (del aeropuerto de Domodedovo). Según los investigadores, el ataque terrorista buscaban matar principalmente a residentes extranje- ros», reveló el Comité de Instrucción de Rusia.
Según el balance oficial del Gobierno, en el atentado murieron 27 rusos, dos tayikos, un uzbeko, dos austríacos, un alemán, un ucraniano y un británico.
Se trata de la primera vez en que, según las autoridades, el objetivo de la acción han sido los extranjeros, mientras que numerosos observadores se cuestionan la capacidad de Rusia para garantizar la seguridad de los juegos Olímpicos de Invierno de 2014 en Sochi, a orillas del mar Negro y a unos cientos kilómetros del inestable Cáucaso Norte.
Los investigadores no había facilitado ninguna información sobre los avances de sus pesquisas desde el lunes, pero muchas fuentes policiales habían indicado a los medios de comunicación rusos que la pista caucásica era la que tenía más fuerza.
Todos los atentados suicidas cometidos en los últimos años en Moscú han sido reivindicados o han sido imputados a los rebeldes islamistas caucásicos, como el doble atentado cometido en marzo de 2010 en el metro de la capital rusa que dejó cuarenta muertos.
La explosión en Domodedovo no ha sido reivindicada aún, pero la identificación del kamikaze apunta en esa dirección.
Tras la primera guerra chechena (1994-1996) entre independentistas y fuerzas rusas, la rebelión se ha ido islamizando y superando las fronteras de Chechenia hasta extenderse por todas las repúblicas del Cáucaso Norte. Fuera de Chechenia, Ingushetia, Daguestán y Kabardino-Balkaria son escenario frecuente de atentados y ataques armados cuyo blanco principal son las fuerzas de seguridad.
El Comité Nacional contra el Terrorismo (NAK), citado por agencias de noticias rusas, confirmó ayer las informaciones de prensa según las cuales los islamistas habían tratado de cometer un atentado el pasado 31 de diciembre en Moscú, pero añadió que no tenía relación con el perpetrado en Domodedovo.
Una bomba explotó accidentalmente ese día en una habitación de un complejo deportivo en el barrio de Kuzminki, matando al supuesto kamikaze. Cinco sospechosos vinculados a la rebelión daguestaní han sido arrestados desde entonces y se busca a otras cinco personas.
Dos centros comerciales de las afueras de Moscú fueron evacuados ayer por temor a un nuevo atentado tras recibir sendos avisos de bomba, informó un portavoz de la Policía. La explosión en uno de ellos fue anunciada para las 19.00 (hora de Euskal Herria) mediante una nota escrita.
El portavoz del Comité de Instrucción de Rusia, Valery Markin, declaró ayer que el kamikaze que el lunes detonó una bomba en el aeropuerto moscovita de Domodedovo era un joven norcaucásico de 20 años que ya ha sido identificado, pero cuyo nombre se mantendrá en reserva para no entorpecer las investigaciones.
«Se ha establecido la identidad del terrorista suicida (...). Resultó ser un hombre de 20 años vecino de una de las repúblicas del Cáucaso Norte», dijo Markin, citado por las agencias rusas. Agregó que aunque se conoce el nombre del kamikaze, las autoridades no pueden hacerlo público ya que actualmente se están practicando una serie de diligencias con el objetivo de identificar y detener a los autores intelectuales del atentado, que causó 35 muertos y 180 heridos.
Una fuente citada por RIA Novosti indicó que al entrar en la terminal, el kamikaze anduvo unos quince minutos entre quienes esperaban la llegada de un vuelo, como si estuviera aguardando a alguien.
El viernes medios locales ya apuntaban que los investigadores habían descartado la hipótesis inicial de que el atentado lo hubiera cometido una «viuda negra» (viudas de guerrilleros), tras analizar las imágenes tomadas por las cámaras. Pero sí mantenían que había sido cometido por algún grupo islamista proveniente del Cáucaso Norte. GARA