El 98,83% de los votantes en el referéndum por la independencia de Sudán del Sur se mostró a favor de la partición del país más grande de África y de comenzar a caminar en solitario aunque el nuevo país, el 193 del mundo, nacerá como uno de los más pobres del planeta.

Según los datos preliminares publicadas ayer en la web de la Comisión del Referéndum del sur de Sudán (SSRC, en inglés) y en base al escrutinio del cien por cien de los 3.851.994 votos emitidos en el sur, el norte y en ocho países extranjeros, el 98,83% de las papeletas apostaron por la independencia.

El porcentaje se eleva hasta el 99,57% si el escrutinio se limita a los votos depositados sólo en el sur de Sudán, territorio en el que votó el 95,5% de los casi cuatro millones de ciudadanos con derecho a votar en el referéndum. El 23 de enero, el mismo organismo reveló que el 98,8% de los sudaneses del sur votaron a favor de la secesión.

Está previsto que los resultados definitivos se anuncien el próximo miércoles, 2 de febrero, si no hay apelaciones judiciales y, en caso de haberlas, el día 14.

Además de publicarlos en la web, los datos se dieron a conocer ayer durante un acto celebrado frente frente al mausoleo del histórico líder sureño John Garang, que murió en 2005 tras firmar un acuerdo de paz que puso fin a más de dos décadas de guerra civil entre los cristianos y animistas del sur y los musulmanes del norte y en el marco del cual se contemplaba la convocatoria de este plebiscito.

En el acto de Juba, capital del sur de Sudán, los responsables de la Comisión precisaron que la apuesta por la independencia logró un respaldo del 99,57% en el sur; del 99% en el extranjero y del 58% en el norte, unos primeros resultados oficiales que no dejan lugar a duda sobre el resultado d la consulta.

El presidente de la SSRC, Chan Reec, señaló, entre aclamaciones de la multitud, que la participación había sido del 99 y que sólo 16.129 personas votaron por la unidad de Sudán.

«Estaba seguro que más del 90% de los sureños votaríais por la independencia) y me habéis dado la razón», saludó a los presentes en el acto Salva Kiir, presidente de la todavía región autónoma de sur de Sudán y primer mandatario del que será el nuevo país.

Kiir homenajeó a las víctimas de la guerra civil e instó a los sureños a la calma hasta que culmine el periodo transitorio el próximo 9 de julio.

Además, aseguró que «el nuevo Estado del sur tratará con el norte por el bien de ambos pueblos» y recordó que los asuntos pendientes tras la celebración del referéndum son el agua, el petróleo, la moneda y las fronteras, entre otros.

De confirmarse definitivamente los resultados, la nueva nación que surja, la primera de este siglo, quedará formada a partir del 9 de julio próximo, cuando termine el período transitorio fijado en los acuerdos de paz del 2005, fecha en la que se proclamará la independencia del sur.

En el norte, donde la partición no gusta pero se acepta con resignación, el presidente sudanés Omar al-Bashir ya ha prometido varias veces que reconocerá la secesión del sur y mantendrá una relación «fraternal» con el nuevo país.