La Real volvió a demostrar ante el Almería que es capaz de encontrar respuesta a las lógicas interrogantes que le van surgiendo a lo largo de su regreso a la máxima categoría. Primero se puso en duda su capacidad de competir ante los grandes, algo que quedó corroborado con el primer triunfo ante el Villarreal en el debut. Tampoco estaba clara la capacidad de adaptación a la categoría de muchos jugadores sin experiencia y resulta que el nivel de jóvenes como Griezmann o Zurutuza, -además de Prieto- no sólo ha sido suficiente, sino que ha crecido. La lesión de un referente como Joseba Llorente, cuya duración se desconoce, creó otra gran incertidumbre en una fase de campeonato especialmente delicada, pero, con Tamudo como principal argumento, los realistas también encontraron respuesta a esta interrogante.

El de Santa Coloma, con su asistencia y su gol, se llevó ayer, merecidamente, gran parte de los titulares y los elogios de prensa, pero lo suyo no ha sido sino la continuidad a lo que toda la plantilla está realizando durante todos los meses. Y es que, una de las mejores cosas que está demostrando la plantilla en este siempre complicado reencuentro con la élite es que la plantilla va mucho más allá del bloque de once jugadores que se puede considerar como titular. Porque aunque tener los roles perfectamente definidos es muy importante, nadie, o casi nadie, parece imprescindible.

De la Bella y Carlos Martínez comenzaron como claros titulares, pero Mikel González y Dani Estrada se han convertido en alternativas de plenas garantías en cuanto han podido hacerse un hueco en el once. Pese a ser el único fichaje invernal, Demidov ha comprobado que lo tendrá complicado para jugar -debutó el sábado con 15 minutos- con Ansotegi, el propio González y Labaka por delante.

Las opciones para el pivote son múltiples con Rivas, Aranburu, Elustondo, Markel y la irrupción de jóvenes como Illarramendi y todos los que vienen del filial, con el capitán pudiendo adelantar su posición a la media punta, con llegada y hasta cuatro goles, cuando ha sido necesario. Y en punta, cada vez que ha sido titular, Tamudo ha demostrado no sólo esa pillería y olfato que se le presuponían, sino que también ha sabido entender y poner en práctica que, además de los goles de Joseba Llorente, el equipo necesita de su esfuerzo y presión.

Fijar objetivos

Llegados a este punto y con el descenso a diez puntos, la siguiente duda a disipar es el objetivo por el que luchar. Anoeta será clave en este sentido, donde la Real recibirá consecutivamente a Osasuna, Mallorca, Levante, Málaga y Hércules.