Lo de Cristiano Ronaldo no tiene desperdicio. Lejos de hacer autocrítica por la imagen ofrecida por su equipo, el multimillonario futbolista se quejó del trato recibido en El Sadar, «una batalla», a su juicio.

«El ambiente fue inadmisible y fatal. Quien manda en el fútbol tiene que ver lo que hoy ha pasado, no es bueno para el espectáculo ni para los niños que disfrutan de este juego», se atrevió a declarar. Palabras de un resentido que decididamente no sabe perder y que, al parecer, esperaba una alfombra roja en el estadio iruindarra, en el que no se produjo ni una sola acción desde la grada que pudiera calificarse de violenta.

«Peleamos contra un equipo que contra nosotros ha hecho su papel: patadas y echar más balones de los permitidos en el campo», dijo de Osasuna. Ronaldo, háztelo mirar.