Wikileaks rompe una lanza en favor del soldado que filtró los crímenes de Irak
Wikileaks cumple su promesa y ha donado más de 15.000 dólares para pagar al abogado que defenderá a Bradley Manning ante un tribunal militar por filtrar crímenes de guerra a la web de Julian Assange. Manning podría ser castigado con 52 años de cárcel.
Aritz INTXUSTA
Oculto por la cortina de humo de los juicios contra Julian Assange y la detención de Rudolf Elmer (el banquero que entregó a Wikileaks las cuentas suizas), el proceso contra el soldado gay Bradley Manning continúa. Él fue quien aupó a la fama a Wikileaks. Se le considera la fuente que filtró la mayoría, si no todos, de los informes de EEUU sobre las guerras de Irak y Afganistán. Tras nueve meses en los que Manning ha permanecido encarcelado en condiciones infrahumanas, Wikileaks mueve ficha: ha donado 15.100 dólares para pagar al abogado que le defenderá frente a las acusaciones del Pentágono.
La red de apoyo del soldado -que también es un activista en favor de los derechos de los homosexuales- celebra que Assange cumpla con lo prometido, aunque todavía no han recaudado el mínimo para que Manning tenga una «defensa vigorosa», cantidad que se ha estimado en 115.000 dólares. Según comunicó a GARA el responsable de la red de apoyo que se ha formado en torno a Manning, ya cuentan con unos 100.000.
El teniente coronel David Coombs se encargará de defender a Manning y tendrá su primera gran cita en marzo (si el juicio no vuelve a retrasarse). No deja de ser paradójico que un abogado que se ha labrado una fama defendiendo a militares norteamericanos de violaciones y otros crímenes de guerra sea quien ahora vaya a dar la cara por el hombre que se ha jugado la vida precisamente para denunciar estos abusos. Entre las decenas de miles de documentos que, al parecer, Manning hizo llegar a Wikileaks, destaca el vídeo Collateral Murder, donde un helicóptero ametralla a civiles, periodistas y niños.
En la red de apoyo a Bradley Manning son conscientes de que el dinero y un buen abogado no bastan para que el soldado escape de las iras del Pentágono. Con lo escurridizo que ha demostrado ser Assange, aumentan las posibilidades de que el Ejército se cebe con Manning para dar un escarmiento a otros soldados tentados a relatar lo que cuentan. Por ello, Gogulski y los suyos han lanzado una campaña para hacer entender a los estadounidenses la importancia de la transparencia en el Gobierno, la libertad de expresión y, en definitiva, la necesidad de que se ponga fin de una vez «a las guerras de ocupación» que ha emprendido EEUU». Más allá de la donación de Wikileaks, los grupos que defienden al soldado dan la bienvenida a la publicidad que les resulta más que necesaria. Su única esperanza radica en que el tribunal militar tenga en cuenta el contenido de sus filtraciones y la obligatoriedad ética de hacerlo.
23 horas en una celda de 1,8 por 3,6
El segundo de los objetivos es sensibilizar a la población sobre en qué condiciones se encuentra internado el joven. Tras desfilar por prisiones militares de Kuwait, ha acabado en la de base de Quantico, en Virginia. Y desde que fue apresado en mayo, se encuentra en aislamiento. Su sicólogo y su abogado han dado la voz de alarma, puesto que ya se han rebasado los seis meses que la ley determina como el tiempo máximo para el aislamiento. Sin embargo, en lugar de relajar las medidas de seguridad, lo que decidió el Ejército estadounidense fue imponerle un protocolo de «prevención de lesiones», pero que bien podría denominarse vigilancia antisuicidio. Los guardias, que no tienen permitido hablar con él, deben preguntarle cada cinco minutos si se encuentra bien. Él está obligado a contestarles. Si es de noche y los guardias no le ven bien, lo despiertan.
El preso sale de la celda -de 1,8 por 3,6 metros- una hora al día, pero sólo para acabar en una sala más grande, para que ande, aunque sin ver el cielo. Según Coombs, Manning pasea zig-zagueando en «ochos» hasta que se harta o se acaban sus 60 minutos. En su celda tiene prohibido hacer ejercicio. Además, sólo tiene permitido dormir de ocho de la tarde a cinco de la mañana. Si duerme fuera de esas horas, también le despiertan.
Wikileaks ha dado un primer paso paso colaborando con la defensa, pero ha sido sólo un pequeño gesto. Por el momento, Wikileaks sólo ha enseñado los dientes por Assange, amenazando a Obama con revelar secretos que le costarían la Presidencia si Assange era encarcelado. Fueron difundidos por Internet en el archivo Insurance.aes, que sigue encriptado. Por tanto, queda por ver hasta dónde es capaz de llegar por Manning. La pregunta quizá no sea si Wikileaks tiene o no fuerza para lanzar un nuevo órdago al Pentágono, sino si sobreviviría tras dejar en la cuneta a todas sus fuentes.