Más de 150 trabajadores se concentraron ayer en Bilbo a convocatoria de los trabajadores de Panda Security, con el respaldo de LAB, para denunciar los 50 despidos que la multinacional ha realizado desde principios de año en las oficinas de la capital alavesa. Según denunció la central abertzale en una nota de prensa, «mujeres con reducción de jornada, padres de familia, jóvenes que ven truncados sus proyectos» han sido despedidos «de golpe, sin aviso y sin justificación ninguna».

Con la movilización de ayer los trabajadores denunciaron el «desprecio« que esta compañía del sector de la seguridad informática «viene mostrando desde su creación hace más de 20 años», así como «la represión más salvaje contra todo trabajador que ha intentado organizarse sindicalmente o modificar y mejorar sus condiciones laborales». LAB explica en su nota que los trabajadores despedidos, con muchos años de experiencia, lo han sido por carta y con el argumento de «bajo rendimiento». Los despedidos denuncian, a este respecto, que se ha tratado de «una encerrona» y que en algunos casos ni siquiera han podido firmar como «no conforme».

«Desde hace años, cada tres o seis meses, Panda Security saca a pasear la guadaña y corta proyectos vitales, carreras profesionales y destroza la vida de muchas familias» censura LAB, señalando que los miembros de la dirección de Panda «son viejos conocidos en los tribunales».