GARA > Idatzia > Eguneko gaiak

Movimientos políticos en Euskal Herria

Tras el ultimátum asoma la sombra de «acuerdos en Madrid» y otros pactos ocultos

Iñaki IRIONDO

A mucha gente le suena extraño el veto impuesto por Aralar, PNV y los independientes liderados por Uxue Barkos a la posibilidad de hacer crecer, y mucho, Nafarroa Bai por el lado de la izquierda abertzale, hasta el punto de colocar a EA entre la espada y la pared. Hay teorías desde dentro y desde fuera de los agentes implicados y algunas certezas.

Constatable es, por ejemplo, que ese grupo de «independientes» dicen que «aborrecen tanto el asfixiante y sectario predominio de la derecha excluyente como el mesianismo irredento de la izquierda abertzale hoy ilegalizada». Y ya advirtieron a los partidos que lo quisieran entender que el «proceso de acumulación de fuerzas soberanistas» es algo «reduccionista» y extraño (o contrario) a NaBai. Puede comprenderse que estas personas entiendan que una ampliación de la coalición haría menguar su influencia.

Otro dato es que, tras duros enfrentamientos anteriores, en setiembre Aralar y PNV firmaron un contrato matrimonial en Nafarroa que alteraba de manera unilateral las condiciones pactadas anteriormente por Aralar con EA. Hay quien sostiene, incluso desde la tradición jelkide, que ese pacto para reforzar Aralar en Nafarroa tiene contraprestaciones en otros territorios como Gipuzkoa.

Preguntado sobre lo que estaba ocurriendo en NaBai, Rafa Larreina fue explícito en la mañana de ayer: «Las decisiones de EA se toman en sus Congresos y Asambleas, nunca en las reuniones de PNV y Aralar con el PSOE en Madrid». El miembro de la Ejecutiva de EA lo dijo primero en la tertulia en la que intervenía en Radio Euskadi y lo escribió luego en Twitter. La sospecha de que hay acuerdos fuera de nuestras fronteras para intentar cortocircuitar el desarrollo de un polo soberanista de izquierda o Euskal Herria Ezkerretik viene de aquellas reuniones que en verano de 2009 tuvo Alfredo Pérez Rubalcaba con PNV y con Aralar, a lo que se suma la evidencia de que Iñigo Urkullu tiene hilo directo no sólo con el ministro de Interior, sino también con el presidente del Gobierno español, a quien sostiene desde el Congreso de los Diputados.

A ello hacía mención la izquierda abertzale en su página web repasando la rueda de prensa en la que Aralar, PNV y Uxue Barkos lanzaron su ultimátum a EA: «Difícilmente puede proponer nada para el `cambio' quien como el PNV ha acordado ya en Madrid con el PSOE el blindaje del actual marco político, la agenda política para lo que ellos llaman `política antiterrorista' y hasta todo el paquete de medidas neoliberales que cercenan los derechos de la clase trabajadora».

Y quizá se refiriera a Rubalcaba cuando le recordaba a Aralar que «el ángel redentor» que le ha podido anunciar que tendrá vía libre por la ilegalización de la izquierda abertzale «también se equivoca», como «cuando le anunciaron que la izquierda abertzale estaba abocada a la escisión o que ETA no respondería favorablemente al Acuerdo de Gernika, o cuando le sugirieron que la izquierda abertzale sería incapaz de sumar fuerzas».

Sombras sobrevolando ese veto aparentemente incomprensible.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo