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Marianne Faithfull regresa con un sugerente «Horses and high heels»

Alguien llevará su vida al cine; de hecho, es raro que no exista aún una película biográfica sobre Marianne Faithfull. Su vida ha sido y es tan intensa, valiente y conflictiva como para resultar un metraje dinámico. Faithfull se inicia en la música en el año 64. Su relación con los Stones le sirve de puente hacia el universo y el infierno. Saltando vallas, lleva ya veintitrés discos oficiales, además de películas y obras de teatro. Su historia ahora se llama «Horses and high heels».

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Pablo CABEZA | BILBO

«La felicidad convencional no va conmigo, como puedes imaginar, pero se trata de un disco muy feliz. No estoy deprimida en absoluto, y creo que todo ha valido la pena. Tuve baches especialmente en los 70, pero creo que las cosas han sido maravillosas; así que imagino que este disco es un poco una brecha. Soy inmensamente afortunada; no pienses que no soy consciente de ello. Estoy inmensamente agradecida por poder seguir escribiendo canciones y expresar mis emociones a través de la música; y lo mejor de todo es estar trabajando con gente tan magnífica. Es una enorme fuente de inspiración». Quien habla de forma tan convencida y entusiasta es Marianne Faithfull, mujer que a sus 64 años puede alardear de tener una vida repleta de históricos fotogramas, unos a color, otros en grises y algúnos en negro intenso.

En apurada síntesis, Faithfull comienza su vida artística recorriendo pubs en 1964 con un repertorio orientado hacia el folk, estilo en el que se sintió muy cómoda en su juventud. En este año su vida se cruza con la de Andrew Loog Oldman, mánager de los Rolling Stones. Oldman percibe de inmediato que, detrás de esa candorosa chica que canta canciones folk, hay mucho más. Su belleza atrae, de paso, a Jagger y Richards, quienes componen para ella la preciosa «As tears go by». Faithfull, sin embargo, se casa con el artista John Dunbar en París, acompañada por los poetas de la generación beat Allen Ginsberg y Gregory Corso. A lo seis meses nace Nicholas Dunbar, actualmente periodista financiero y autor del libro «Inventing money». Nada que ver con la música.

Sin que Nicolas cumpla el año, Marianne decide abandonar a Dunbar para liarse con Mick Jagger. En ese año es cuando Faithfull realiza una declaración sorprendente al «New Musical Express»: «He estado con tres Rolling Stones. Y al final he decidido que el mejor es Mick Jagger». Cabe imaginar que los otros dos Stones fueron Richards y el guapo Brian Jones, que por esta época tenía por novia a una preciosidad llamada Anita Pallenberg. Tiempo después, Marianne admitiría que Anita fue una de las mujeres con las que tuvo relaciones.

Ruptura con Jagger

Tras el noviazgo con Mick Jagger, que dura hasta 1970, Marianne deambula entre grupos gracias a su belleza. Es adicta a la cocaína, la marihuana y los novios músicos. Allan Clarke, de los Hollies, le dedica la canción «Carrie-Annie». Durante este periodo de tiempo, Marianne graba álbumes de folk, de pop y de ambos, con irregular impacto y escaso poso histórico. También comienzan sus primeras apariciones cinematográficas, «Georgina» (1967), «La chica de la motocicleta» (1968) y «Hamlet», en el 69. En el 70 iba a ser coprotagonista con Jagger de la película «Ned Kelly», un buen bodrio, pero una sobredosis que casi acaba con su vida se lo impide.

Con el tiempo, y una vez superada su etapa de apego a las drogas, la chica del barrio de Hampstead, Londres, regresa a la escena con un elepé titulado «Broken english» (1979), obra con el suficiente calado como para intuir que detrás de su alborazada vida se agazapa un sólido talento. Habilidades artísticas que poco a poco la hija del mayor y profesor universitario de filología Gynn Faithfull y de la austríaca Eva von Sacher-Masoch, la baronesa Edisso, externaliza cada vez con mayor autoridad.

«Horses and high heels»' se grabó en el barrio francés de Nueva Orleans en el otoño del año pasado. De la ciudad toma cierto ambiente y un puñado de buenos músicos. «Queríamos pasarlo bien, encontrar excelentes músicos y, por supuesto, Nueva Orleans es más barato que Nueva York», comenta Marianne mientras ríe feliz.

Feliz porque se ha sobrepuesto a todas las vallas que la vida le ha colocado, incluido un cáncer de mama y una hepatitis C, porque ha dejado un buen número de escenas para el cine y el teatro, porque ha sido capaz de caminar de forma esbelta entre el pop, el folk, el ritmo y blues, el soul, el country, el jazz... Marianne Faithfull regresa con el disco que desea rompa definitivamente con su pasado. Complicado cuando se ha sido una de las mujeres más deseadas del Londres de los sesenta/setenta, con amantes como Jimi Hendrix o Bob Dylan, así como Anita Pallenberg o Angie Bowie.

Ritmos medios

Marianne abre «Horses and high heels» con una solemnidad inquietante y ensoñadora. Las guitarras dominan la atmósfera, pero percusiones, cuerda y teclas complementan la elegante versión que realiza de «The stations», de Greg E. Dulli y Mark Lanegan. La canción parece que será su apuesta más fuerte, pero «Why did we have to part», escrita entre Marianne y Laurent Voulzy, es un corte tan luminoso e inmediato que se presenta desde la primera escucha como uno de los cortes más profundos. Además, Jenni Muldaur (una admirada songwriter de Boston, de larga carrera, hija de Geoff y la gran vocalista Maria Muldaur) le cose unas segundas voces de alta sastrería. Jenni está muy presente en todo el disco, como ya lo estuvo en «Easy come, easy go», trabajo de Faithfull de 2007.

Marianne Eveling se vuelve rollingstoniana (honky tonk del sur) con «No reason», de Jackie Lomax. Éste es su momento más voluptuoso. Ese piano debe de ser el del ciudadano de Nueva Orleans Dr. John, pero no, aún hay que esperar a que llegue «Back in baby's arms», del gran Allen Toussaint, también un notable de Nueva Orleans. Marianane y David Courts escriben la canción más pop del disco, «Prussian blue», acolchada por el omnipresente órgano.

Marianne Eveling Gabriel elige como sexta canción «Love song», escrita por Lesley Duncan, relacionada con los primeros años de Elton John y una gran songwriter. Hizo coros en «The dark side of the moon» y, desgraciadamente, fallecía en marzo del año pasado a los 67 años. La interpretación es, curiosamente, un poco pinkfloydiana, en especial por la cadencia de la guitarra solista.

Marianne Eveling Gabriel Faithfull, a casi una hora del inicio, concluye un álbum de ritmos medios, suaves guitarras, arreglos de cuerda, nuevos pellizcos en cada escucha y un intenso final teatral con «The old house», composición angustiosa que cierra el álbum con un inquietante y breve solo de guitarra a cargo de Lou Reed.

Combina con acierto elementos de rock alternativo, folk, soul, ritmo y blues en su nuevo álbum

«No paro de trabajar últimamente. Estoy muy bien de salud. Amo trabajar, creo que es muy bueno para mí. Estoy muy feliz y estoy atravesando una etapa maravillosa. Creo que lo peor ya ha acabado. Y ya iba siendo hora realmente, ¿no crees?», expresa una positiva Marianne ante un disco de ritmos medios de fácil escucha, pero dirigido especialmente a oyentes con cierta cabalgada a lomos del rock o, si acaso, a jóvenes con buenas raíces y una sobria educación vinilo a vinilo, dígito a dígito.

Marianne Faithfull apunta el peso del soul en su nuevo álbum; con todo, «Horses and high heels» no suena añejo ni revival, ni tan siquiera soulero, todo está muy equilibrado y actualizado en arreglos, modos y formas. «Escogimos en esta ocasión algo de repertorio del soul pese a no estar muy convencida al principio. «No reason», «Back in baby's arms» y «Gee baby» piden grandes demandas vocales y me daban mucho respeto. Pero creo que lo conseguimos», comenta Marianne.

El álbum está producido por Hal Wilner, un músico y productor de Filadelfia, Estados Unidos, que ya ha trabajado anteriormente con Marianne, además de nombres como Lou Reed, Bill Frisell, William S. Burroughs, Lucinda Willians, Laurie Anderson, Allen Ginsberg y una larga lista.

La portada es obra del pintor e ilustrador Jim Warren, un californiano de Long Beach de 67 años especializado en pintura al óleo. Le gustan los colores chillones y los contrastes, así como la naturaleza extrema. Si se observa la portada, se pueden contar cuatro caballos camuflados entre la pintura, constante que Warren ha aplicado a numerosos cuadros. P. C.

DIRECTO

Los planes inmediatos de Marianne Faithfull pasan por presentar el disco a lo largo del año en teatros y locales de aforo medio. En Bilbo está previsto que actúe en el mes de abril en la sala BBK, dentro de la campaña Music Legends.

COLABORACIONES

La mayoría del álbum se ha grabado con músicos de Nueva Orleans, dentro de un ambiente propicio para la complicidad. No obstante, «Horses and high heels» cuenta con las colaboraciones de Dr. John, Lou Reed y Wayne Kramer.

Ficha

Artista: Marianne Faithfull.

Título:

«Horses and high heels».

Discográfica: Naive.

Tiendas: Ya a la venta. En algunos países, salida en el mes de marzo.

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