Tras exponer la víspera en el Palacio Euskalduna Rufi Etxeberria e Iñigo Iruin los estatutos para la creación de un nuevo partido de la izquierda abertzale, ayer los diez promotores de Sortu, la nueva formación, comparecieron en un hotel de Bilbo para dar detalles del nuevo proyecto político y organizativo cuyos estatutos se presentarán hoy en el Registro de Partidos Políticos del Ministerio de Interior, en Madrid.

Ante un importante despliegue mediático, con una veintena de cámaras de televisión y decenas de fotógrafos dispuestos a captar imágenes de los impulsores del nuevo proyecto político y su logotipo, Karmele Agirregabiria, directora del euskaltegi municipal de Aretxabaleta, e Iñaki Zabaleta, catedrático de Periodismo de la UPV-EHU, dieron lectura a un comunicado en euskara y castellano, respectivamente. Les acompañaban en la mesa la trabajadora social María Jesús Vélez, el profesor de la UPV-EHU Xabier Artola, la trabajadora Raquel Jausoro, el abogado José Mari Compains, la doctora en Geología Maider Etxeberria, el sindicalista Edu Brugos, la profesora Esther Hernandorena y la administrativa Sonia Respaldiza.

Al poco de comenzar la intervención, aclararon que el ámbito de actuacion de Sortu será Hego Euskal Herria y su objetivo «desde las vías exclusivamente políticas y democráticas, avanzar hacia la constitución de un Estado vasco en el marco de la Unión Europea».

Asimismo, resaltaron que pretenden «encauzar la confianza del espacio político de la izquierda abertzale y contribuir a alianzas políticas y sociales que sitúen el soberanismo y el independentismo en el carril principal de la sociedad vasca». «Quiere responder a la nueva fase política que se está abriendo en Euskal Herria -incidió Zabaleta instantes antes, al definir los objetivos estratégicos-, a las nuevas esperanzas y anhelos de la sociedad vasca por construir un nuevo espacio de paz y de soluciones democráticas».

Poco después, avanzaron que en las próximas semanas Sortu emprenderá, de forma progresiva, el desarrollo de sus estructuras siguiendo los principios fijados en los estatutos. «Nos abriremos a todas las personas que coincidan con nuestras señas ideológicas y los principios establecidos», manifestaron Karmele Agirregabiria e Iñaki Zabaleta a quienes seguían su exposición, después de explicar su firme compromiso con la cultura vasca y una ciudadanía pluricultural y multilingüe para reconstruir un país euskaldun.

No será el único contrato con los habitantes de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa Garaia, ya que trabajará por dar poder real a la ciudadanía, especialmente a las mujeres y a la juventud otorgándoles voz, luchando «contra la corrupción y el clientelismo».

La razón de esta práctica política, apostillaron los portavoces de las seis mujeres y cuatro hombres que conforman el grupo promotor y que se presentaron ayer ante la opinión pública vasca e internacional en la capital vizcaina, es que Sortu «es un partido que, con la referencia socialista, pretende influir, institucional y socialmente, en un cambio político y económico auténtico».

El nuevo proyecto independentista y de izquierda que comienza ahora su andadura y que tanto expectación ha creado quiere «contribuir con el resto de agentes políticos, sociales y sindicales, a la definitiva y total desaparición de cualquier clase de violencia en Euskal Herria, incluyendo la de ETA, a la superación de las consecuencias de toda violencia en pro de la paz, soluciones democráticas y reconciliación de la sociedad vasca».

Búsqueda de alianzas

La búsqueda de alianzas políticas y sociales con otros agentes de Euskal Herria en el camino de convertir al soberanismo y al independentismo en pieza claves del cambio son «señas de identidad -también subrayaron- que van intrínsecamente unidas a unos principios y compromisos de funcionamiento interno y de actuación externa, algo que queda recogido con total nitidez, en los estatutos de esta nueva formación política».

Los promotores de Sortu apuestan por impulsar «una nueva fase política donde todos los proyectos políticos sean posibles y realizables, y la voluntad de la sociedad vasca tenga cauces institucionales para su completo y eficaz desarrollo». «Somos un partido que cumple con todos los principios democráticos, y como consecuencia, con derecho pleno a ser legal y representar a los ciudadanos que coincidan con nuestras referencias políticas e ideológicas», precisaron.

Respecto a los estatutos del partido, Agirregabiria y Zabaleta dijeron que, al igual que lo manifestaron Etxeberria e Iruin en su presentación del lunes en el Euskalduna ante una amplia representación de la sociedad vasca por iniciativa de Lokarri, «han sido escrupulosamente respetuosos con los requisitos legales establecidos, asentando unos principios y compromisos claros: soberanía en su funcionamiento interno, rechazando cualquier subordinación o tutelaje; compromiso por las vías exclusivamente políticas y democráticas, conllevando el rechazo a toda violencia y cualquier connivencia con quien la practique».

Aunque no es la primera vez que sale de la boca de personas vinculadas a la izquierda abertzale y no será sin duda la última en la que lo harán, quienes presentaron en público la nueva formación de la izquierda abertzale hablaron «sin ambages» del rechazo a la violencia, también la de ETA, y de cualquier «conducta que vulnere derechos y libertades».

«Son principios que -remarcaron ante los periodistas que abarrotaban la sala del hotel-, más allá de los estatutos, son ineludibles e indispensables para todos los que estamos y vayamos a estar en Sortu».

Tampoco pasaron por alto que sus compromisos y principios no tienen identificación alguna con anteriores modelos de organizaciones ilegalizadas, aunque desde los sectores que se promovió la Ley de Partidos se trató ya antes de su presentación de ayer de cargarles ese sambenito de cara a una hipotética ilegalización. «Nadie fagocitará este partido para utilizarlo con principios o actuaciones distintas a lo que establecen los estatutos», aclararon.

Tras esa serie de manifestaciones, por si alguno de los presentes aún no le había quedado claro, resaltaron que «Sortu tiene que ser legal porque cumple la ley en todas sus dimensiones». Asimismo, apostillaron que ellos, «como promotores, y las propias estructuras del partido, serán los garantes escrupulosos a los principios establecidos. Nuestros estatutos -apuntaron- no sólo son claros, sino garantistas».