La organización del Foro Social Mundial ha iniciado un «proceso de diálogo» entre grupos saharauis y marroquíes que participan en el encuentro en Dakar (Senegal), al tiempo que ha reforzado la seguridad sobre los primeros, después de que algunos de sus miembros denunciaran agresiones por parte de ciudadanos marroquíes.

Así lo explicaron ayer los responsables de esta edición del FSM, un encuentro que está suscitando polémica tanto por los incidentes entre saharauis y marroquíes como por los problemas de organización que han llevado a suspender o aplazar muchas de las actividades previstas.

Según señalaron, «ha habido agresiones y gente que ha tenido miedo», por lo que «se ha acometido un refuerzo de la seguridad». No obstante, advirtió de que «hacer de policías no es el rol del Foro», donde «la violencia no está permitida y ningún grupo puede limitar la libertad de expresión de otro», pero «si alguien comete una actuación muy grave contraria a los derechos humanos, la organización debe tomar medidas».

«El Foro no juzga, sólo busca soluciones y analiza el modo de que ambas partes se sienten a hablar», destacaron Taoufik Ben Abdallam, Bouba Diop y Mignani Diouf, quienes hablaron en nombre del comité de organización del FSM.

Debates

Por otra parte, la nuevas prácticas de expolio de África, consideradas por algunos como otra forma de colonización, fueron las que centraron la mayor parte de los debates celebrados ayer.

La seguridad alimentaria es una preocupación en el continente, donde algunas organizaciones africanas se alían con ecologistas europeos para denunciar el pillaje de los mares de África Occidental y el acaparamiento de las tierras y pedir el cese de las adquisiciones a gran escala, una mejor regulación y una reforma agraria.