El homenaje del presidente Miguel Sanz a los 471 funcionarios jubilados y fallecidos durante el pasado año quedó marcado ayer por una protesta organizada por el sindicato LAB en la que denunciaba la doble cara del Gobierno navrro y le achacaba una falta de compromiso con los jubilados por su apoyo a las reformas neoliberales de las pensiones impulsadas por el PSOE en Madrid, con la aquiescencia de CCOO y UGT.

La concentración a las puertas del Baluarte, donde tenía lugar la pomposa ceremonia, estaba encabezada por el lema «Menos medallas, más vergüenza. Pensiones dignas». Su objetivo era denunciar la «hipocresía del Gobierno de Nafarroa por felicitar por su trabajo a los funcionarios, mientras apoya el recorte de los salarios que esas personas van a percibir». En esa concentración que esperaba la llegada de Sanz, se dieron cita tanto funcionarios en activo de las diversas áreas de la administración pública como personas ya jubiladas.

El personal de la administración es «una pieza esencial» para superar la crisis, señaló ayer Sanz en el discurso pronunciado ante los ex funcionarios. Sin embargo, el presidente navarro no habló sobre que también se han bajado los sueldos a los funcionarios que siguen desempeñando su labor. Si en un principio, fue una medida impuesta desde Madrid (rebajar los salarios entre el 5 y el 15%), el Gobierno de Nafarroa ha ido más allá y ha sumado nuevas medidas de recorte en el colectivo más importante de los funcionarios navarros, los trabajadores de la Salud. Con la retirada de pluses ha conseguido que las cerca de 9.000 personas que trabajan en Osasunbidea vean mermado su sueldo en un 15%, incluso a aquellos que tienen los sueldos más bajos.

Por otra parte, el deterioro del sistema de las pensiones no es algo nuevo. De hecho, gran parte de los funcionarios que fueron homenajeados ayer no cotizan por el sistema de la Seguridad Social. Aquellos que comenzaron a trabajar para la Administración antes del año 1992 (165 de los allí presentes) pertenecen al Montepío de la Diputación Foral, privilegio ya desaparecido. Y otra buena parte del resto a otras mutualidades, como los que trabajaron en el área de la educación.

El presidente navarro aseguró que, gracias a ellos, la administración navarra ha conseguido «sostener» el nivel de bienestar de Nafarroa y garantizar su «solidez desde el punto de vista económico y financiero, su solidaridad desde el punto de vista de las políticas sociales y su apertura desde el punto de vista de la universalidad que requiere hoy en día cualquier acción política».

Tomar decisiones autónomas

Frente a la imposición de medidas que suponen un recorte de los derechos sociales, el sindicato LAB defiende la idea de generar una caja para gestionar las pensiones que afecte a Euskal Herria, que siga unos principios de equidad social. Desde esa persepectiva, reclaman una mayor persecución de los delitos fiscales y la eliminación de los reducciones tributarias de los planes privados de pensiones. El sindicato abertzale recuerda que, tan sólo con lo que deja el Gobierno navarro de percibir a través de las exenciones a los fondos de pensiones privados, Nafarroa podría duplicar la asignación que perciben hoy día las personas que reciben las pensiones más bajas, es decir, las de viudedad y las no contributivas.