La escultura de Basterretxea dedicada al pastor vasco en Reno, de nuevo atacada por vándalos
GARA | DONOSTIA
«Bakardade», la escultura del escultor Néstor Basterretxea colocada en el parque Rancho San Rafael de Reno (Nevada, EEUU), ha sido víctima del vandalismo, según informó el canal online de noticias News 4, de Reno. Al parecer, entre el 12 y el 17 de enero desaparecieron cinco de las placas de bronce del monumento y la Policía cree que los ladrones podrían tratar de venderlas en el mercado.
Colocada en 1989, la escultura es un diseño abstracto de 7 metros de alto y cinco toneladas de peso que representa a un pastor llevando un cordero sobre su hombro bajo la luna llena. Constituye un homenaje a los pastores vascos que vivieron y trabajaron en Nevada y en el resto de los estados del Oeste americano. Fue un hito en su época, ya que la Sociedad de Estudios Vascos de América financió los 350.000 dólares que costaba con ayudas de las instituciones vascas y también con donaciones de particulares de la diáspora.
Sin embargo, en 2009, la web vasco-americana euskalkazeta.com alertaba ya del estado ruinoso en el que se encontraba la escultura, cubierta de graffitis y a menudo rodeada de basura.
Mark Mansmith, voluntario en el servicio de Parques del Condado de Washoe, mostraba su disgusto a News 4. «Es una obra de arte importante para la historia de Nevada, así como para la historia de los pastores de ovejas vascos; además, esto se supone que es un parque virgen destinado a las familias y estas no suelen querer ser testigo de una destrucción de este tipo», afirmó. Colocada en un entorno aislado, su localización es una parte integral de la escultura, por el concepto de soledad. «Es un entorno rural en el que había pastores», explicaba en 2009 el profesor Carmelo Urza, un inmigrante vasco de primera generación y autor de un libro sobre la escultura llamado «Solitude».