LEGALIZACIÓN DE LA IZQUIERDA ABERTZALE
«Lo que ha hecho la izquierda abertzale requiere mucha fuerza»
Alex Maskey estuvo en el juicio a la Mesa Nacional en 1997. Ahora, catorce años después, acompañó también a la izquierda abertzale en un camino hacia el mismo destino -Madrid- pero en sentido contrario -la legalización-. Etapas por las que también ha pasado Sinn Féin, por lo que Maskey tiene muchas lecciones que aportar.
Si algún dirigente de Sinn Féin conoce Euskal Herria y es conocido en Euskal Herria, ése es Alex Maskey, superviviente de mil batallas políticas y de no pocas acciones de guerra sucia. Ayer se echó a la carretera con la izquierda abertzale, desde Bilbo hasta Madrid, para respaldar su apuesta ante el Ministerio de Interior y los medios madrileños. En el camino aportó a GARA unas cuantas claves interesantes para el actual momento:
En términos políticos, se puede decir que éste es un viaje nuevo para usted: nunca tuvieron que crear un nuevo partido...
Bueno, Sinn Féin tuvo muchos problemas de este tipo. Fue ilegal hasta los años 70. Luego se le prohibió hablar en los medios: salían nuestras caras, pero no nuestra voz. Y también teníamos prohibido hablar con ciertas instancias oficiales. Le daré un ejemplo: en los años 80 yo era concejal en Belfast, donde Sinn Féin era un partido muy grande, y tenía prohibido hablar con los departamentos del Gobierno británico, salvo con algunos funcionarios de poco rango. Y también el propio Ayuntamiento de Belfast nos impedía dirigir las comisiones municipales...
¿Qué buscaban y cómo se arregló esa situación?
Nuestro objetivo era siempre lograr más votos, ampliar nuestra presencia, y con ese tipo de vetos ellos intentaban impedirlo, limitando nuestra capacidad de actuación. También había un objetivo más profundo, que era intimidar a la población, lanzándole este mensaje: «Si podemos vetar y acallar a vuestros líderes, ¿qué no podemos con vosotros?». Frente a ello, siempre hicimos campañas de protesta, siempre. También fuimos a los tribunales, y a veces nos dieron la razón. Al final se acabó.
Periodistas y políticos se declaran algo sobrepasados por las intervenciones de Etxeberria e Iruin el sábado en Bilbo. ¿A ustedes también les sorprendieron?
No, o al menos no fue una sorpresa completa. Sabíamos que se había producido el debate interno y qué principios se están manteniendo.
¿Y creen que es una apuesta política hecha desde la debilidad, como se presenta desde Madrid?
En absoluto. Esto surge de la fuerza, del coraje. Demuestra liderazgo, no otra cosa. Liderazgo, porque para hacerlo es necesario poner a su comunidad en ese camino, ponerla de su lado en este proceso. La debilidad hubiera llevado en todo caso a lo contrario, a continuar por la misma vía que hasta ahora. Lo que han hecho es muy difícil. Esa unilateralidad requiere mucha fuerza.
¿En el ámbito internacional se valora realmente lo que está haciendo la izquierda abertzale, o cree que todavía lo ven todo desde demasiado lejos?
Creo que se está produciendo un cambio en esto. Hasta hace muy poco, los grandes medios internacionales han tenido el punto de vista del Estado español como elemento principal. Ahora veo que las cosas están empezando a cambiar positivamente en favor del movimiento independentista y de este proceso. Están viendo que las posiciones de la izquierda abertzale son serias y están viendo además que el Gobierno español les da una respuesta negativa, por lo que hay un doble impacto. Pero todavía estamos muy al principio, esto ha empezado a cambiar justo ahora.
Cuando en 2006 Tony Blair visitó a José Luis Rodríguez Zapatero, le dijo públicamente que aunque se torcieran las cosas siempre había que seguir intentándolo. ¿Cree que le hizo caso?
Nosotros, como Sinn Féin, hemos hablado mucho con el Gobierno británico y con Blair sobre el proceso vasco, con la intención de ayudar. Y creo que ha sido algo positivo. Aquel consejo de Tony Blair era muy oportuno teniendo en cuenta que él jugó un papel muy importante en Irlanda.
Hay otro factor a la vista. En el Estado español es bastante probable un cambio de gobierno en 2012. Ustedes también pasaron por aquello en pleno proceso de solución. ¿Siempre es perjudicial ese tránsito, o no necesariamente?
Lo más importante es que este proceso esté en marcha, y si está en marcha no resulta tan importante que haya un cambio de gobierno. Ciertamente, con Tony Blair se aceleró, pero también es cierto que con John Major ya había empezado y aquello resultó decisivo. Además, este proceso es más importante que quién esté en el gobierno. En el peor de los casos, si entra el PP quizás habría que renovar la propuesta. Y quiero recordar que tampoco Blair tuvo siempre una actitud positiva. La clave es que siempre hay que seguir intentándolo, construyendo. Puedo recordar que el partido de Ian Paisley surgió en los años 60 para bloquear cualquier opción de solución. Pero Sinn Féin siguió haciendo propuestas... y al final gobernamos juntos. ¿Quién perdió? Ellos habían nacido sólo para decir no... R.S.