No cabe duda de que ayer nos levantamos con un bonito día soleado acompañado de noticias tan importantes como la presentación del nuevo partido de la izquierda abertzale y la publicación de sus estatutos. Noticia gratificante y loable por el gran esfuerzo, perseverancia y constancia que han sabido tener a pesar de las grandes dificultades con las que siempre se han venido encontrando a lo largo de todo este proceso. Dificultades que seguramente no terminan aquí, puesto que a partir de ahora sigue otro largo camino por recorrer en todos los ámbitos organizativos, por lo que deseo que la fuerza, los ánimos y las grandes convicciones se mantengan y se fortalezcan con el merecido y necesario apoyo de todos los agentes sociales que hemos estado cerca y somos testigos directos de que se han dado pasos muy importantes. Y sobre todas las cosas se ha tomado en cuenta y considerado ante todo, la necesidad de terminar con un conflicto que ha afectado a todas las partes.

Ya no debe haber más pretextos absurdos ni descabellados para que que se dé por fin eso que los políticos españoles tanto claman y presumen de que existe, esa llamada «democracia», en la que unos tienen derecho a participar y ser representados políticamente dejando a una gran parte de la población sin la mínima participación política e institucional.

Es una buena oportunidad de cambios en todos los sentidos, porque si se aprovecha este momento histórico se pueden reconducir muchos errores políticos y se pueden evitar muchas más décadas de sufrimiento para unos y para otros, para toda la gente que se ha visto afectada por un conflicto que no se ha sabido ni querido resolver en otros momentos.

A nivel internacional, se da algo que en chamanismo llamamos «estar alertas», estamos con gran interés, con gran cuidado siguiendo las noticias desde nuestros lugares de origen y tanto desde fuera como desde dentro de Euskal Herria, estamos observando con inquietud e ilusión qué respuesta se va a dar desde todos los ámbitos a todo este movimiento, a todo este esfuerzo, a todo ese cambio de discurso tan atrevido y comprometido. Por fin nos podemos unir en una energía de esperanza de que así como unos han dado pasos tan importantes para avanzar por buen camino, así también estamos en alerta que los políticos y los diferentes partidos políticos den otros pasos más y no menos importantes, reconociendo que no se está diciendo lo mismo de siempre. Que hay compromiso y voluntad de cambio y que de una vez por todas se entienda que a todos nos puede unir el deseo de terminar con una etapa gris y hasta negra en Euskal Herria y, a partir de aquí, de este paso tan importante, podamos avanzar con otra actitud política, con más acierto, justicia y honestidad en todos los aspectos. Esto, sin lugar a dudas, es algo que todos queremos y buscamos y para que se entienda mejor, es algo que todos merecemos, sobre todo las personas que han sufrido de cualquier manera y en todos los niveles las consecuencias de un conflicto. Todas las personas merecemos vivir en paz y el pueblo vasco no es una excepción.