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La protesta egipcia desborda la plaza Tahrir hasta el Parlamento

La revuelta egipcia volvió a dar ayer otra muestra de fortaleza al romper el cerco militar en torno a la plaza Tahrir para concentrarse ante las sedes del Parlamento y del Gobierno. Las protestas se van extendiendo por todo el país, de norte a sur, y siguen pagando su tributo en sangre a la Policía. Sin credibilidad alguna ante el pueblo, el Ejecutivo de Omar Suleiman trata de aventar los temores occidentales.

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GARA | EL CAIRO

Miles de manifestantes salieron de la plaza Tahrir (Liberación) y se dirigieron al cercano Parlamento, donde lograron que el Ejército diera marcha atrás en su intento de desalojar a un grupo de concentrados, que mostraba su protesta ante la sede del legislativo,

Este último comparte plaza con el Ministerio de Sanidad y con las oficinas del Gobierno, que se vio obligado a trasladar la reunión del Consejo de Ministros a otro emplazamiento.

«Hemos venido para impedir que los miembros del (partido gubernamental) PND accedan al Parlamento, Seguiremos aquí hasta que nuestras demandas sean satisfechas o moriremos aquí», advirtió Mohamed Abdallah, de 25 años de edad, mientras que una multitud enfervorizada entonaba consignas contra el todavía presidente, Hosni Mubarak, y agitaba banderas palestinas ante los aplausos de los vecinos, que saludaban la marcha desde los balcones.

Reforzado por la demostración de fuerza de la víspera, que congregó las mayores manifestaciones desde el inicio de la revuelta el 25 de enero, el pueblo egipcio parece haber perdido definitivamente el miedo.

Junto a la decisión, altamente simbólica, de romper el cerco de la plaza Tahrir -donde el Ejército, resignado, intenta durante las últimas semanas contener a los manifestantes-, hay crecientes signos de que la protesta, lejos de menguar, va a más.

Así, el país bulle ya de reivindicaciones sociales sectoriales, en exigencia de mejores salarios y condiciones de trabajo, desde Port-Said (entrada norte al Canal de Suez (este), Mahallah (Delta del Nilo), Fayyum (sur de El Cairo) y Helwan.

Cinco muertos en el sur

Más allá de la capital egipcia, las movilizaciones se extienden desde el martes a buena parte de las ciudades y pueblos del país. La Policía utilizó fuego real para reprimir una protesta en el oasis de El-Jarga, a 400 kilómetros al sur de El Cairo. Un centenar de personas resultaron heridas, trece de ellas de gravedad, y cinco murieron ayer tras sucumbir a sus heridas.

El pueblo, encolerizado, respondió ayer a esta represión incendiando siete edificios oficiales, incluidas dos comisarías de Policía y la sede local del partido del dictador Mubarak.

Plataforma opositora

Mientras tanto, la Plaza Tahrir seguía ocupada por miles de personas, sobre todo jóvenes, que anunciaron ayer la creación de una plataforma que dé voz a sus reivindicaciones.

Bajo el nombre de «Los jóvenes de la Revolución», según informó el diario «Al-Ahram», han formado una coalición en la que se han integrado el Movimiento 6 de Abril, Jóvenes por la Justicia y la Libertad, las juventudes de los Hermanos Musulmanes, partidarios del Nobel de la Paz Mohamed El-Baradei, el Movimiento Popular Democrático para el Cambio (HASHD), el Frente Democrático y los promotores del grupo en Facebook «Todos somos Jaled Said», el joven muerto tras ser golpeado presuntamente por la Policía en Alejandría el pasado junio.

Asimismo, también están presentes Wael Ghoneim, el directivo de Google liberado este lunes tras pasar más de una semana detenido y que fue uno de los promotores del grupo de Facebook que convocó la protesta inicial del 25 de enero, así como los activistas independientes Naser Abdel Hamid, Abdel Rahman Faris y Sally Moore.

Según explicó Ahmed Ezzat, miembro de la coalición y de HASHD, el grupo todavía se está conformando y espera incluir a otros jóvenes y tendencias políticas presentes en la escena egipcia en los últimos años.

La plataforma exige el fin de la brutalidad policial, la abolición del estado de emergencia, la celebración de elecciones libres y justas, enmiendas constitucionales y la salida del poder de Mubarak. Se niega a participar en las conversaciones con el vicepresidente, Omar Suleiman, hasta que Mubarak no renuncie.

Hermanos Musulmanes

Los Hermanos Musulmanes calificaron ayer de «monólogo» el prometido diálogo y exigieron una transición rápida. «Queremos soluciones en días y no en meses», afirmó el portavoz de la organización islamista, Mohamed Mursi.

El también portavoz del grupo Isam al-Arian rechazó el supuesto acuerdo con la oposición anunciado por Suleiman sobre la formación de una comisión para introducir reformas constitucionales, otra para supervisar el proceso de transferencia del poder y una tercera para investigar los sucesos ocurridos durante las protestas. «No ha empezado el diálogo verdadero que saque a Egipto de la crisis y que suponga una transición desde la antigua legitimidad, que ha caído, a la legitimidad nueva, levantada sobre la soberanía del pueblo», aseguró Al-Arian.

En la misma rueda de prensa, los Hermanos Musulmanes reiteraron comentarios previos en los que dijeron que no presentarán un candidato para las elecciones presidenciales y señalaron que no han exigido partici- par en el Gobierno.

En este sentido, insistieron en que la prioridad ahora es centrarse en las exigencias de democracia para Egipto.

Una democracia de la que recela abiertamente el todopoderoso jefe de los servicios secretos egipcios, Omar Suleiman, nombrado por Mubarak vicepresidente del país en plena crisis. En un encuentro con la prensa extranjera, Suleiman volvió a airear la amenaza islamista, a la que sumó la de los jóvenes que se manifiestan en las calles, para justificar la necesidad de controlar los cambios políticos.

«Hay que pensar en el futuro de Egipto, y en quién lo va a dirigir, no en la persona concreta sino en sus cualificaciones y orientaciones» políticas, advirtió, para blandir a su vez la amenaza de un golpe de Estado o el caos si no se respeta lo que presentó como «un programa para ir solucionando paso a paso los problemas».

Ayer se produjo la primera baja en su Gobierno, la del ministro de Cultura, Gaber Asfour, que presentó su dimisión apenas nueve días después de su designación para el cargo alegando «motivos de salud», según informó la televisión Al-Arabiya.

De regreso a la plaza Tahrir, decenas de miles de personas seguían concentradas a última hora de la tarde. «Ya no tememos a las amenazas de Omar Suleiman», señalaba un estudiante de 25 años, arropado por una muchedumbre que ondeaba banderas egipcias.

Sarkozy llama al orden a sus ministros

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, llamó ayer al orden a sus ministros instándoles a pasar sus vacaciones en el Estado francés para intentar acallar la polémica provocada por los viajes de su canciller, Michèle Alliot-Marie, y su primer ministro, François Fillon, a Túnez y Egipto, países inmersos en revueltas populares. «A partir de ahora, para sus vacaciones, los miembros del Gobierno deberán privilegiar Francia», señaló Sarkozy, en vísperas de su intervención televisiva para someterse a las preguntas de diez personas.

La oposición no ha dejado pasar la ocasión y ha criticado al Gobierno tras las vacaciones, financiadas en parte por el presidente egipcio, Hosni Mubarak, de Fillon, el austero primer ministro al que la derecha presentaba como imagen de integridad y que están ahora en el ojo de una polémica que se está convirtiendo en un escándalo de moral pública.

No hay nada ilegal en lo que ambos miembros del Gobierno han hecho, pero la acumulación de escándalos relacionados con conflictos de interés o mal uso de los fondos públicos que han salpicado en los últimos meses al Ejecutivo de un Sarkozy que en la campaña de 2007 había prometido una «República irreprochable» ha llevado a la oposición a reprochar a los ministros que no se costeen sus actividades privadas, confundiendo «géneros», y criticar a los gobernantes franceses por su proximidad a algunos dictadores.

La prensa europea se refirió ayer a esta cuestión para señalar que las vacaciones de François Fillon en Egipto «avergüenzan» a Sarkozy. GARA

irak

Según el centro estadounidense de control de webs yihadistas SITE, el Estado Islámico de Irak, considerado por Washington la rama iraquí de Al-Qaeda, ha instado a los egipcios a unirse a la yihad e instaurar un régimen islamista.

PALESTINA

Los servicios de inmigración egipcios han recibido la orden de no dejar entrar a palestinos en el país. Hamas había instado horas antes a todos los países árabes a levantar el bloqueo contra Gaza.

JORDANIA

El Gobierno del rey Abdallah II presentó ayer un nuevo Gabinete con cinco ministros nacionalistas cercanos a la izquierda y un sexto antiguamente alineado con los Hermanos Musulmanes. Éstos han criticado lo endeble de esta reforma.

SIRIA

Por primera vez desde 2007, los sirios pueden acceder directamente a Facebook y Youtube sin tener que recurrir a programas para burlar la censura. La medida es interpretada como la muestra de que el gobierno de Al-Assad no teme protestas.

LIBIA

El líder libio, Muamar al-Gadafi, reiteró sus críticas a las revueltas tunecina y egipcia y advirtió a quienes intenten promover protestas en el país de que «sus tribus responderán por ellos».

Aumenta la tensión en Túnez y el Gobierno convoca a los reservistas

La tensión aumenta en las calles de Túnez , donde los manifestantes siguen protestando en demanda de la renuncia del Gobierno «de transición» de Mohammed Ghannuchi y de los gobernadores recientemente nombrados por el Ejecutivo y reformas democráticas. Ayer un joven resultó herido por el rebote de un disparo de advertencia realizado de madrugada por un soldado junto a una oficina de asistencia social ante la que se había congregado una multitud de personas que esperaba con impaciencia su apertura, informó AFP.

La situación social y de seguridad sigue siendo muy tensa, a pesar de que el Gobierno ha flexibilizado el toque de queda, y ayer el Ministerio de Defensa convocó a los militares reservistas pasados a retiro en los últimos cinco años para colaborar con la Policía en el mantenimiento del orden público y salvar «la revolución».

Mientras tanto, las protestas continúan y el martes una multitud furiosa obligó al nuevo gobernador de Susa a abandonar su cargo por pertenecer al RCD de Ben Ali, según informó la agencia tunecina TAP.

En la turística ciudad de Monastir, los manifestantes exigieron la dimisión del recientemente nombrado gobernador por las mismas razones. Igual escena se repitió en Medenine, donde cientos de personas se concentraron frente a la sede de la Gobernación. En la zona minera del centro-oeste, el nuevo gobernador de Gafsa sufrió la misma fuerte el domingo.

Tras limpiar la Policía heredada del derrocado dictador, el Gobierno sigue «purgando» el aparato del Estado mediante la sustitución de 24 gobernadores. Diecinueve de esos nombramientos han sido cuestionados con rapidez por su vinculación al RCD. GARA

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