La Fiscalía de Milán pidió ayer el juicio inmediato de Silvio Berlusconi por su implicación en el caso «Rubygate», en el que se le investiga por incitación a la prostitución de menores y abuso de poder, pero Il Cavaliere reaccionó de inmediato acusando a los fiscales de «actuar con objetivos subversivos».

En un comunicado distribuido a la prensa, y citado por France Presse, el Ministerio Público milanés asegura haber «transmitido al juez de investigaciones preliminares la solicitud de juicio inmediato en base a la evidencia de la prueba».

Ahora, la pelota está sobre el tejado de la jueza para las indagaciones preliminares, Cristina Di Censo, quien debe tomar una decisión en un plazo de cinco días prorrogables. Puede decidir si el caso es competencia del Tribunal de Milán -tesis defendida por los fiscales, ya que afirman que «no existe la hipótesis de delito ministerial»- o del Tribunal de ministros.

Los fiscales buscan que el jefe de Estado italiano sea procesado por haber remunerado las prestaciones sexuales de una menor, la marroquí Karime al-Mahrug, conocida como Ruby, y por haber cometido abuso de su función al hacerla liberar tras su detención en mayo pasado. Por ambos casos se había iniciado una investigación el 21 de diciembre.

Si la demanda sigue su curso, este procedimiento acelerado podría comenzar antes del verano y el «Rubygate» se añadiría a los otros tres procesos penales contra el mandatario italiano (casos Mills, Mediaset y Mediatrade), cuya reanudación está prevista para finales de febrero o comienzos de marzo.

El delito de prostitución de menores prevé en la legislación italiana una pena de hasta tres años de prisión, mientras que en los casos de abuso de poder, podría ascender hasta los doce.

El «Rubygate» ocupa desde hace varias semanas las portadas de la prensa italiana, con la publicación de decenas de transcripciones de conversaciones entre varias jóvenes y los organizadores de fiestas en las residencias de Berlusconi.

La investigación se centra en los servicios sexuales que Il Cavaliere obtuvo de Ruby cuando ésta era menor de edad, entre febrero y mayo de 2010, y su intervención ante la Policía para que fuera puesta en libertad tras su detención en la noche del 27 al 28 de mayo por un presunto robo. Tanto Berlusconi como Al-Mahrug niegan haber mantenido relaciones sexuales. La joven ha admitido únicamente que participó en cenas «absolutamente normales».

Berlusconi, contundente

Por su parte, Il Cavaliere también se defendió ayer de todas las acusaciones, y lo hizo lanzando duras críticas.

Tras conocer la petición, Berlusconi, de 74 años, denunció que se trata de una «vergüenza y un asco, que llena de fango al país» y reiteró que la Fiscalía milanesa no es competente en este caso y que la iniciativa tiene un fin «subversivo».

«Estas medidas violan la ley y van contra el Parlamento, porque la Fiscalía de Milán no tiene competencia ni funcional ni territorial», dijo Berlusconi en una rueda de prensa, recogida por Efe, en la que añadió que las acusaciones son «infundadas» y la investigación, una «farsa» que tiene como objetivo único la «difamación mediática».

Si la jueza opta por un juicio rápido, el abogado de Berlusconi y diputado de su partido, Niccolo Ghedini, prevé cuestionar la competencia del Tribunal de Milán en un voto en la Cámara de Diputados, donde la coalición gobernante es mayoría.