LEGALIZACIÓN DE LA IZQUIERDA ABERTZALE
Zapatero recuerda que el Supremo decidirá, tras las presiones de Rajoy
El PP presiona al Gobierno español con que debe presentar un recurso que garantice la ilegalización y no sólo «por cumplir el expediente». Frente a ello, José Luis Rodríguez Zapatero le recordó anoche que decidirá el Supremo.
Iñaki IRIONDO | GASTEIZ
La presencia de Sortu en las próximas elecciones municipales y forales cerraría la posibilidad de «mayorías de cambio» en muchos municipios y territorios que el PP daba por hechas y, por tanto, le aleja de alcaldías y diputaciones. Por lo tanto, no quiere ni oír hablar de que la izquierda abertzale pueda presentarse a los comicios. Pero si al final lo hace, el partido de Rajoy quiere al menos sacarle la utilidad de desgastar al Gobierno de Zapatero y Rubalcaba.
A la vista de la presentación unos estatutos impolutos -que según el ex fiscal de Catalunya José María Mena son «más impecables» que los del resto de partidos-, el Ejecutivo español intenta sacudirse la presión anunciando que los remitirá a la Fiscalía y a la Abogacía del Estado para que finalmente sean los tribunales los que tomen una decisión.
Ante esto, el PP ha decidido intentar impedir que el Gobierno pueda quitarse de encima esa responsabilidad. El vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, afirmó ayer que la presencia de Sortu en los comicios «depende» del Ejecutivo, no del Tribunal Supremo. «No creemos que dependa de una decisión del Tribunal Supremo si el Gobierno hace lo que tiene que hacer, poniendo a disposición del Supremo toda la información que tiene sobre quién es la nueva Batasuna. No depende del Supremo, depende del Gobierno», reiteró Pons.
Zapatero pide no presionar
Frente a ello, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, remarcó anoche que decidirá el Supremo, y dijo que hay que «confiar en el contraste que va a hacer sobre la pretendida legalidad».
Se refirió este asunto en la rueda de prensa ofrecida junto con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, al término de la reunión que ambos mantuvieron en La Moncloa.
A su juicio, si la actuación de la izquierda abertzale al registrarse como partido político (con el nombre de Sortu) es un paso importante o no se tendrá que comprobar con el transcurso del tiempo. Y sobre todo señaló que, como va a haber una decisión de la Justicia mediante el Tribunal Supremo, hay que ser «muy respetuosos con ella» y, de forma especial, lo tiene que ser el presidente del Gobierno sobre el asunto.
Asimismo, pidió que todos contribuyan a que ese debate sea lo más objetivo posible «dentro del Estado de Derecho» y que el Tribunal Supremo actúe con total independencia..
Entre otras voces, desde Euskal Herria Leopoldo Barreda (PP) había exigido a Zapatero y Rubalcaba que presenten una impugnación que sea definitiva, y añadió que Patxi López también debe liderar este paso.
El tono de la presión había ido subiendo en función de quién hablara desde el PP. Pero también se sabe ya que el partido ha decidido ir calentando el ambiente según vayan pasando los días.
La vicesecretaria de Organización del partido, Ana Mato, anunció que el PP romperá con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero si permite que Sortu llegue a las urnas. «Ni siquiera quiero plantearme que Sortu entre en las elecciones. Sería tan intolerable que el Gobierno permita que los terroristas se presenten a las elecciones a través de unas siglas, que ni siquiera quiero planteármelo. Estoy segura de que eso no va a pasar porque no creo que el Gobierno socialista sea tan incauto, tan ingenuo o tan traidor como para permitir que eso pase», declaró en Telemadrid.
Liderazgo de UPyD
En este contexto, el Parlamento de Gasteiz aprobó ayer una enmienda de UPyD instando al lehendakari y al Gobierno de Lakua a no impulsar ni participar en ninguna mesa extraparlamentaria y a no reunirse en ningún foro con partidos u organizaciones ilegales.
Ezker Batua había registrado el 16 de setiembre, tras el primer anuncio de alto el fuego de ETA, una propuesta para instar al lehendakari a «conformar un foro multipartito por la paz». La burocracia parlamentaria hizo que llegara al debate del pleno precisamente esta semana, tras la presentación de Sortu.
Votaron a favor de la propuesta de EB, Aralar, PNV y EA, aunque este grupo tenía una alternativa en defesa de la legali- zación. Pero la que salió aprobada fue la enmienda de UPyD en contra de todo, que contó con el apoyo de PP y PSE. A este último partido le había advertido que si votaba en contra o se abstenía, «será porque les parece bien que el lehendakari impulse mesas que sustituyan al Parlamento o porque les parece bien que el lehendakari se reúna con organizaciones ilegales».
El inquilino de Ajuria Enea, por cierto, ni siquiera estuvo presente en este debate, puesto que en ese momento estaba ofreciendo una entrevista de prensa que se publicará el domingo.
El secretario general del PP de la CAV, Iñaki Oyarzábal, habló de «un horizonte de esperanza» tras la presentación de Sortu. Mantiene las dudas pero dice que el día que acepten las reglas «estaremos encantados y llamaremos a la generosidad».
Joseba Egibar reclamó al lehendakari que lidere mesas para buscar la paz. «Si no lo hace él, lo haremos otros pero con la participación de la sociedad», aseguró. También Aintzane Ezenarro, de Aralar, se pronunció en el mismo sentido.
El Grupo Internacional de Contacto (GIC), impulsado por el promotor de la Declaración de Bruselas, Brian Currin, viajará a Euskal Herria los próximos 14 y 15 de febrero, lunes y martes, con el objetivo de mantener una reunión preparatoria del «trabajo» que pretende desarrollar para «agilizar, facilitar y posibilitar el logro de la normalización política» en este país.
El coordinador de Lokarri, Paul Rios, informó de que los integrantes del GIC que vengan -no podrán estar todos- comparecerán de forma pública durante la segunda jornada de su visita para informar de sus «planes de trabajo».
Currin anunció el pasado 12 de noviembre la puesta en marcha del GIC e hizo públicas sus «funciones y mandato», entre las que destaca la de «promover, facilitar y posibilitar la legalización de la izquierda abertzale», «alentar medidas que generen confianza» como las de «adaptar la política penitenciaria a la nueva situación política transformada», además de «animar y asistir a los partidos, en la medida que sea requerido, con la preparación y desarrollo de una agenda para el diálogo político». GARA
La posibilidad de que Sortu pueda ser legalizada está abriendo otros debates. Por ejemplo, el parlamentario de EB, Mikel Arana, defendió ayer la necesidad de una mesa de diálogo extraparlamentaria. Entre sus justificaciones se encontraba la posibilidad de que la izquierda abertzale esté presente, con sus votos contados, en ayuntamientos y Juntas Generales, mientras que «no estará representada en este Parlamento, y le estaremos diciendo que durante dos años no va a formar parte de ningún debate de ningún tipo que tenga que ver ni con la pacificación, ni con la normalización política».
Ante esta eventualidad, hace unos días Hamaikabat propuso que si Sortu es legalizada por los tribunales españoles, el lehendakari debería disolver el Parlamento autonómico y convocar elecciones antes de 2013 para que la izquierda abertzale pudiera volver a la Cámara.
Al presidente del EBB, Iñigo Urkullu, le preguntaron ayer por esta propuesta en una entrevista matinal en ETB y respondió que «la sociedad tiene que tener derecho a que la fotografía institucional, a que la representación de esa sociedad, esté completa». Tras precisar que «en estos momentos está incompleta», el dirigente jelkide aseveró que «es un deber para con la sociedad» que esta representación «esté completa».
Estas palabras provocaron la respuesta furibunda del consejero de Interior, Rodolfo Ares, quien afirmó que «lo que se traslada a través de estas declaraciones es algo que me parece absolutamente despreciable, que es intentar trasladar la idea de que hay un Gobierno vasco que no es legítimo porque en el Parlamento no estaban representados, en este caso, aquellos que justificaban y amparaban la violencia terrorista».
A su juicio, eso es «tanto como reconocer que, si hubieran estado representados aquí el mundo de Batasuna porque no hubieran sido ilegales, aun sin alejarse de la violencia, el PNV habría buscado sus votos para elegir a su candidato», como «desgraciadamente ya lo hicieron en el pasado».
Rodolfo Ares declaró que «la sociedad vasca está muy bien representada en este Parlamento» y que «todas las opciones políticas han podido estar representadas si obtenían el respaldo de los ciudadanos». Después aseguró que «hay una Cámara absolutamente legitima, un Gobierno absolutamente legítimo» porque el lehendakari, Patxi López, obtuvo «más votos que Ibarretxe» para ser elegido.
En cuanto a un posible adelanto electoral, el consejero de Interior y hombre fuerte del Ejecutivo autonómico, afirmó que el Gobierno de Patxi López «va a seguir gobernando para completar la legislatura, mientras tenga el respaldo que tiene en el Parlamento».
Volviendo a la entrevista de Iñigo Urkullu, el presidente del EBB defendió la legalización de Sortu y anunció que pronto se reunirá con el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, para hablar sobre esta cuestión. Urkullu dijo que le gustaría poder contactar también con el líder del PP, Mariano Rajoy. GARA
