Desesperación y rabia en la plantilla de Arfe tras el plantón del gerente
El conflicto de Arfe, una empresa del metal en Altsasu, vuelve a retrasarse después de que el gerente no acudiera a la cita a la que él mismo convocó al comité. La plantilla lleva más de cinco meses sin cobrar y denuncia la inoperancia del Gobierno. La CAN ha recibido la orden de no prestar dinero a los trabajadores «porque tienen un futuro incierto». A Arfe se le han aprobado dos ERE con dinero público, por lo que exigen que se investigue a los dueños de inmediato.
Aritz INTXUSTA |
El miércoles, Ramón Arza, gerente de Arfe, una empresa de Altasu que tiene sin cobrar a 157 trabajadores desde hace más de cinco meses, emplazó a los empleados para ayer a las 14.00.
Sin embargo, Arza no apareció a la cita. Media hora antes, se encontraba reunido con la directora general de trabajo del Gobierno de Nafarroa, Imelda Lorea. Arza comunicó que no acudiría llamando por teléfono al presidente del comité de empresa, Luis Víctor Rodríguez. El gerente volvió a solicitar una prorroga y prometió que se reuniría con sus empleados el lunes próximo.
En los alrededores de la fábrica de Arfe, aguantaban un centenar de trabajadores. «Estamos aquí las 24 horas del día. No nos fiamos un pelo ya. En cualquier momento aparecen y se llevan la maquinaria», comentaba uno de ellos. La sensación de desamparo se ha extendido en una plantilla que ya se ha dividido entre quienes pueden aguantar un poco más y los que necesitan despedirse a sí mismos para cobrar el paro.
La discusión principal era: o solicitamos un expediente de extinción de empleos o conseguimos que haya una ley concursal. Todos apuestan por la ley concursal, pero el problema está en los plazos. «Por esa vía, si todo marcha bien, vamos a estar otro mes y medio sin cobrar», comentaban.
Muchos están ahogados y la rabia se empieza a ver en algunos de los cristales de la empresa, que ya están rotos, y en las pintadas de «Ramón, ladrón». Algunos de ellos han recurrido a la Caja de Ahorros de Navarra, donde la mayoría de la plantilla tiene domiciliadas sus nóminas. «Han recibido la orden de no prestar nada a los trabajadores de Arfe, porque dicen que tenemos un futuro incierto».
El cabreo contra el gerente también se extiende a su esposa Isabel Aznar, que es la dueña de la empresa y hacia el hijo de ambos, quien posee una empresa filial desde donde se está sacando parte de la producción de la planta, parada desde principios del mes pasado.
El desencanto contra el Gobierno viene por su absoluta incapacidad de manejar la situación. «Lo único que nos han dicho es que nos despidamos nosotros, que ellos nos agilizarán el paro», afirman.
El centro de las críticas es el consejero de Industria, José María Roig. «El otro día dijo que no iba a invertir dinero para reflotar una empresa privada. ¿Y quién le ha pedido dinero? Lo que reclamamos es que se intervengan las cuentas y la fábrica».
Lo cierto es que las instituciones sí que han invertido dinero en Arfe, al aprobarle dos ERE, el último de ellos en junio. Después del ERE, Arza volvió a contratar a más del 90% de la plantilla, los tuvo trabajando a dos turnos cinco meses, y nadie cobró nada. «¡Pero si había gente que le pedía al gerente que le echara unos días al paro, para poder cobrar algo y tener para comer!», señala otro de los trabajadores. Ahora, exigen que Hacienda investigue a los dueños, inmediatamente.
La empresa Ramón Vizcaíno, radicada en Oiartzun, presentó ayer un expediente de regulación de empleo (ERE) que afecta a la totalidad de la plantilla, integrada por 400 trabajadores, según informaron desde el comité de empresa.
La representante de ELA Belinda Aguado señaló a este respecto a la agencia a Efe que la dirección de la empresa había informado por la mañana a los trabajadores de la tramitación del expediente, que propone la extinción de los 400 empleos de esta emblemática firma dedicada a la tecnología de refrigeración
Aguado declaró que esta medida, esperada por la plantilla después de que la firma estadounidense AIAC abandonase sus planes de reflotar la empresa, al menos permitirá a los trabajadores cobrar el desempleo.
Los trabajadores, que el miércoles comparecieron en rueda de prensa para denunciar la «negligencia e irresponsabilidad» que ha condenado al cierre a esta empresa, llevan sin cobrar sus sueldos desde noviembre y ahora esperan que se «agilicen» los trámites del ERE para poder percibir el desempleo a partir del mes de abril.
El lunes los empleados celebrarán una asamblea para estudiar qué actuaciones adoptar, ya que estudiarán reclamaciones para cobrar lo que se les adeudan, además de actuar contra los «corresponsables» de que la empresa haya llegado a esta situación.
En la rueda de prensa del miércoles, denunciaron que AIAC obtuviera 4,5 millones de euros de dinero público -Lakua y Diputación- «sin control y garantía alguna de cumplir ninguno de los acuerdos suscritos». GARA
