Derbi en la Copa de Madrid
Un tiro al aire que nadie consigue adivinar hacia dónde puede caer
Aunque en los dos precedentes coperos los baskonistas se hayan impuesto, su irregularidad hace que el duelo se presente igualado.
BASKONIA-BILBAO BASKET
Arnaitz GORRITI
Definir algo o a alguien como un «tiro al aire» da a entender que se habla de algo o alguien imprevisible, impredecible y con cierta tendencia a sorprender de la forma más desagradable en el momento menos oportuno. En lo que al derbi de esta tarde se refiere, sólo una de las dos aficiones vascas se llevará una sorpresa desagradable, pero en la víspera nadie puede prever lo que vaya a suceder a partir de las 19.00; nadie sabe por dónde caerá el tiro, ni si alcanzará a alguien, ni si la sangre llegará o no al río. Curiosamente, ésa es la cualidad que convierte este duelo de cuartos de final en uno de los más atractivos.
La trayectoria de la intrahistoria copera dice que el Caja Laboral Baskonia ha de ser el equipo favorito ante un Bizkaia Bilbao Basket que, en su tercera participación en el Torneo del K.O., acude a Madrid con la piel de cordero puesta, aunque sin renunciar a nada.
«El grupo está ilusionado. Sabemos contra quién jugamos, pero sé que saldremos fuertes y que seremos competitivos, y que mostraremos carácter», declaraba Fotis Katsikaris antes de volar hacia Madrid.
Favoritos, pese a todo
Huelga decir que la Copa es una cosa y la Liga otra, pero al final los equipos son los mismos. Y, al menos a la luz de la tabla clasificatoria, la igualdad entre vizcainos y alaveses es mayor que nunca, ya que sólo una victoria aventaja a los baskonistas respecto a los hombres de negro.
«El Baskonia tiene la costumbre de aplastar a un rival si le detecta alguna debilidad, pero este año no lo está haciendo», comentaba para este periódico el ex técnico de DKV Joventut Sito Alonso. Los de Dusko Ivanovic han sumado hasta seis derrotas en la primera vuelta, y el inicio de la segunda no ha sido mejor, sumando otras dos. Jugadores como Huertas o Teletovic -este último con problemas en una rodilla y, al mismo tiempo, criticado por su propia afición- no atraviesan por su mejor momento, y Barac, que tan bien arrancó, se ha venido abajo tras el aterrizaje de Batista en las filas baskonistas.
Con todo, la plantilla gasteiztarra se sabe «picada» por estar fuera de los pronósticos para este torneo y se pone los oropeles de favorita. Así, si Mirza Teletovic declaraba en Gasteiz que «el Baskonia hablará en la Copa», Dusko Ivanovic rubricaba que «yo sí creo en mi equipo». Pau Ribas, en una entrevista con internautas, declaraba que «si somos capaces de estar a su nivel de agresividad y jugamos tranquilos en ataque no dudo que el equipo saldrá adelante».
«En esta competición todo el mundo viene con ganas», apostillaba el principal referente baskonista Fernando San Emeterio, «ya que todos creen que tienen opciones. Nos haría mucha ilusión llevarnos otro título y a eso venimos», culminaba.
Jugando pese a las molestias
Mientras, Bizkaia Bilbao Basket parece haber hallado velocidad de crucero tras una primera mitad de campaña con altibajos, aunque también llegua a la Copa tras dos derrotas ante Valencia Basket y Real Madrid.
Igual que el cuadro baskonista, los hombres de negro llegan con la plantilla al completo, aunque Banic y Mumbrú, sus dos jugadores más importantes -al menos hasta la irrupción de un Aaron Jackson que puede ser vital, ya que el puesto de base es uno de los que peor rendimiento está ofreciendo en el Caja Laboral Baskonia- llegan con molestias; el croata con problemas en el talón de Aquiles, y con problemas de espalda el alero badalonés.
«Da igual lo que te duela o te deje de doler, la Copa no se la quiere perder nadie», anunciaba Alex Mumbrú a su llegada a Madrid. Sobre el derbi, el jugador catalán volvía a ponerse el disfraz de presa. «Ellos parten como favoritos, pero nosotros también tenemos cosas que decir. A ver si podemos hacer un buen partido y dar la sorpresa».
Aaron Jackson subía el medidor de ambición un grado. «Es una gran oportunidad, para mis compañeros y para mí, de probarnos a nosotros mismos».
Veremos, pues, hacia dónde cae este tiro al aire.