El ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, despachó ayer con declaraciones de mero trámite, más enunciativas que valorativas, la cuestión de la posible legalización de Sortu. Siguiendo la hoja de ruta más previsible, anunció que la inscripción queda paralizada, para que sean los jueces quienes dictaminen si la nueva formación de la izquierda abertzale puede ser registrada o no. El motivo de la paralización es la consideración de que se trata de «una acción de la ilegalizada Batasuna, porque no se ha escondido», lo que puede suponer que haya una continuidad, y por eso dejan en manos de los tribunales la decisión final.

En la presentación de los estatutos el pasado lunes en el Euskalduna, Iñigo Iruin ya explicó que el propio Tribunal Supremo ha sentenciado que «las personas vinculadas a los partidos ilegalizados pueden emprender una nueva vía, acudiendo a la concurrencia política bajo el amparo de formaciones de nueva creación». La condición es que el nuevo partido creado no constituya una sucesión de los partidos ilegales y disueltos. En opinión de Iruin y de otros muchos prestigiosos juristas, los estatutos de Sortu cumplen con creces las bases fijadas por el Supremo para determinar que no hay continuidad.

El propio ministerio reconoce que la izquierda abertzale «no se ha escondido» en los pasos que ha ido dando y que el nuevo partido hace unas consideraciones sobre la violencia, y en concreto sobre la de ETA, que constituyen «una novedad que tiene interés».

Alfredo Pérez Rubalcaba explicó que el Gobierno español entiende que se encuentra ante «un partido ilegal que viene al registro para tratar de ser legal a través de nuevas siglas y nuevos estatutos. Inmediatamente, el Ministerio de Interior tiene que paralizar la inscripción, que es lo que vamos a hacer, y a partir de ahí remitírselo a quién ilegalizó el partido [Batasuna], que son los tribunales».

E insistió en que «quien lo declaró ilegal tiene que decir si el nuevo partido puede o no ser es legal en la medida que hay continuidad. Porque no se trata un partido que caiga del cielo, es la ilegalizada Batasuna quien dice `éstos son nuevos estatutos y quiero ser legal'. Quien te hizo ilegal tiene que decir si puedes o no ser legal».

Informes exhaustivos

El ministro anunció que desde la misma tarde del lunes el secretario de Estado pidió a la Policía y a la Guardia Civil que hagan sus respectivos informes sobre la materia, puesto que «es evidente que son Batasuna pero ante los tribunales no basta que eso lo diga el ministro de Interior, hay que documentarlo. Y vamos a documentarlo exhaustivamente».

Rubalcaba puso especial énfasis en aclarar que pondrán en manos de la Fiscalía y la Abogacía del Estado «toda la información de la que disponen las FSE», porque «he visto algunas declaraciones infumables» sobre esto.

Desde algunas instancias del PP se ha puesto en duda que el recurso contra Sortu fuera a hacerse con suficiente determinación. Por ejemplo, su portavoz en el Parlamento de Gasteiz exigió el jueves que no se hiciera un recurso «por cubrir el expediente». Y el vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, afirmó que la presencia de Sortu en los comicios «depende» del Ejecutivo, no del Tribunal Supremo. «No creemos -apuntó- que dependa de una decisión del Tribunal Supremo si el Gobierno hace lo que tiene que hacer, poniendo a disposición del Supremo toda la información que tiene sobre quién es la nueva Batasuna».

Rubalcaba reiteró que el PP está puntualmente informado de los pasos del Gobierno y que declaraciones de este tipo sólo tienen la intención de «sacar músculo», hacer ver que en el PP son «los campeones de la firmeza». «Pues vale -dijo el ministro-, tú quedate con eso y nosotros con la lucha contra ETA, que va muy bien».

Eguiguren y la bendición del TS

El presidente del PSE, Jesús Eguiguren, cree que conviene que la legalización de Sortu se realice con la «bendición» de los tribunales porque, si lo hace el Ministerio del Interior, siempre habría «sospechas». Además, afirmó que las palabras del secretario general del PP de la CAV, Iñaki Oyarzábal, hablando sobre «horizontes de esperanza» y «generosidad» son «para saltar de alegría» y pidió al presidente de los populares, Mariano Rajoy, que ayude «al Gobierno y a Rubalcaba» o «los vascos no se lo perdonarán».

En una entrevista concedida a Europa Press, Eguiguren sostiene que la izquierda abertzale «ya ha cubierto lo que decía la Ley y va a ser muy difícil que les ilegalicen», pero precisó que desconoce lo que pasará por «la política también está por medio y las presiones del PP».

Por su parte, el portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, se mostró ayer convencido de que Sortu acabará, finalmente, legalizada por el Tribunal Constitucional tras «los sucesivos recursos» que plantearán sus promotores después de que el Supremo exprese su «postura contraria» a su legalidad. Sostiene que «el Gobierno tiene control control suficiente sobre el TC, que es la última instancia que va a conocer del asunto».