Verse en la quinta plaza ayuda a «atreverse a hacer cosas nuevas y a tener más confianza en tí y en el equipo», según Javi Martínez. La versión de Gorka Iraizoz apunta en dirección inversa; es la «gran fe del equipo en sí mismo y en el trabajo que hace» la que explica la cabalgada que está protagonizando el Athletic. Es, en realidad, la pescadilla que se muerde la cola.

Lo mismo puede decirse de los hombres que están protagonizando sobre el césped la mejor racha del equipo en los tres últimos lustros. El orden de los factores tampoco altera el producto en este caso. Joaquín Caparrós ha depositado su confianza en un número muy concreto de jugadores, estos se la están devolviendo con creces y ahora mismo no hay quien les mueva del once. De hecho, sólo causas de fuerza mayor en forma de sanciones han forzado algún movimiento en el once rojiblanco desde que arrancara su racha victoriosa frente al Racing. Y, con la recuperación de Mikel San José -ayer ya entrenó con normalidad junto al grupo- todo parece indicar que la historia se repetirá en Mallorca. Es decir, Pablo Orbaiz, que ya sustituyó la semana pasada al sancionado Javi Martínez, hará en esta ocasión lo propio con el igualmente castigado Carlos Gurpegi. El resto, será el mismo que lleva casi un mes sumando de tres en tres.

El capitán rojiblanco es el único que escapa a la tiranía de los resultados. Se ha convertido en el 12º hombre por las sanciones de sus compañeros en el centro del campo, pero también por la fe de Caparrós en sus virtudes: se convierte muchas veces en el primer recambio, lo es siempre que toca controlar el juego. Otros jugadores, que comenzaron la temporada en el grupo de confianza del técnico, han tenido que conformarse en estas últimas jornadas con seguir los encuentros desde el banquillo y, en el mejor de los casos, disputar algunos minutos en la recta final de los mismos. La situación más llamativa es, probablemente, la de Igor Gabilondo. La competencia con Iker Muniain encareció la titularidad en su puesto desde que arrancó la campaña, aunque su gran estado de forma le permitió mantenerse en el grupo de elegidos, repartiéndose minutos con el navarro. Pero la espectacular progresión que ha protagonizado el txantrearra en estas últimas jornadas ha condenado a su compañero a seguir los toros casi exclusivamente desde la barrera: fue titular en el choque copero de vuelta frente al Barcelona, pero en los siete partidos de Liga disputados desde que comenzó 2011, Gabilondo apenas ha disputado 64 minutos, repartidos en tres encuentros.

Algo parecido sucede con Markel Susaeta, aunque su rendimiento ha sido bastante más irregular. Aún así, coincide con el añorgatarra en la pérdida de galones. En su caso, en favor de David López, otro que ha correspondido a la confianza de Caparrós y no parece dispuesto a moverse del once, en el que ha formado durante siete jornadas consecutivas.

Oportunidad aprovechada

Al lado contrario, junto a Muniain y David López, se encuentran otros dos nombres propios. Sobre todo el de Borja Ekiza, convertido en el hombre-talismán de los bilbainos. El iruindarra debutó con el primer equipo el pasado ocho de enero. Desde entonces no se ha movido del once titular; y desde entonces, el Athletic no ha perdido un solo partido. Ha pasado de ganarse una oportunidad por la plaga de lesiones en defensa, a ganarse un puesto, tras corresponder a la confianza del técnico.

Otro compañero de línea como Koikili también está doblemente encantado con la racha del equipo. La lesión de Jon Aurtenetxe le reabrió las puertas de la titularidad; la competencia de los otros dos candidatos no se las ha cerrado.

La vida ha cambiado algo menos para el resto de ese once que ya puede recitarse de memoria: Caparrós ya creía plenamente en ellos. Aunque también en su caso la respuesta a la confianza del técnico ha mejorado en los últimos tiempos.