María Dolores Azurmendi es nueva en eso de escribir libros, pero su primera creación, «La luz del carburo» sólo le ha creado felicidad. Basada en una historia real y ubicada en Bizkaia, es una saga familiar, una historia novelada sobre una familia vasca común, humilde, sencilla, donde la protagonista, una niña de unos 3 ó 4 años separada de su madre.

El proyecto nació a raíz de su gusto por escribir y por cómo escribia y, además, sus hijos siempre le animaron a ello. Aguna vez ha participado en pequeños concursos literarios, pero fue la historia misma quien hizo nacer el proyecto. «Me parecía una historia preciosa que tenía que ser contada, sobretodo como homenaje a la protagonista», explicó la autora. «Es una historia real. La había escuchado, parte de ella la he visto y, por eso, no me ha sido complicado».

Escribir un libro siempre es ardua tarea, pero a esta jubilada afincada hace mucho tiempo en Izarra (Araba), escribir no es algo complicado. «Escribir es fácil, lo he hecho en cinco meses, la idea la tenía y me propuse hacer tres-cuatro páginas diarias. El problema ha sido ponerlo en órden. Yo no domino mucho la informática y ha sido complicado darle la forma, pero me ha ayudado mi hija mayor». Y es que sus hijos han sido su gran apoyo y ayuda en este proyecto quienes leían las pequeñas partes de la historia.

Su propia edición

Además de sus hijos, los amigos también han ayudado a María Dolores Azurmendi a publicar el libro, ya que ella es su propia editora y quien lo distribuye.

«La luz del carburo» se presentará el próximo jueves en la libreria Elkar de Gasteiz, pero en la mente de Azurmendi rondan varias ideas para próximos trabajos. Una de ellas, una historia cómica, ya tiene escrito su comienzo, aunque confesó que éste será más complicado porque «hacer reír es díficil».