Jesús Roldán Navarrete Coordinador del proyecto de Innovación Educación para la Salud en la UNI
Nos queda tiempo
La cultura del ocio pasivo se está instalando exponencialmente. El incremento de las horas de TV y el uso desmesurado de Internet y las redes sociales están configurando nuevos modos sociales.
Hace varias décadas que el automóvil arrebató a los niños la calle como espacio de juego. Fue entonces al cuarto de la TV hacia donde fuimos trasladando nuestras horas de actividad. Los niños fueron desapareciendo de la calle. Las necesarias horas de juegos y la actividad física han sido suplantadas por la pasividad hipnotizante del gran hermano televisivo.
Los programas educativos siguen restando horas de Educación física y práctica deportiva de su currículo. Empieza a asomar el fantasma de la obesidad en la infancia.
Es más fácil aparcar a los niños con la TV y con el ordenador que dar un paseo por el campo, montar en bicicleta o buscar espacios de juego compartidos.
Las madres y los padres estamos demasiados ocupados, la televisión y el ordenador ya se encargan de educar a nuestros hijos. Ya habrá tiempo cuando sean mayores.