Crónica | Juicio por recargo de prestaciones
Dragados tenía un catálogo con 48 productos de amianto
Lorenzo Santos reclama ante el Juzgado el recargo del 50% de las prestaciones sociales a Dragados por no haber garantizado su salud durante su vida laboral en esa empresa. Dragados negó el uso de amianto. Sin embargo, la defensa del trabajador aportó un catálogo donde la constructora reconoce hasta 48 productos con el mineral cancerígeno.
Juanjo BASTERRA
Dragados negó hasta que en esa empresa se trabajara con amianto, sin embargo el abogado José Luis Luengas aportó ayer el «Catálogo General de Materiales de Dragados y Construcciones. Inspección y Almacenes» en el que figuran 48 productos que contenían el mineral cancerígeno, como mantas de amianto, polvo de amianto, productos de fibrocemento y uralita. A pesar de que esa publicación de la empresa se aportó en el juicio por recargo de prestaciones, la abogada de la constructora siguió negando su existencia, lo mismo que un par de trabajadores que presentó como testigos la empresa. La negación de Dragados hace daño a la clase trabajadora, puesto que el trabajador afectado, Lorenzo Santos, sufre un cáncer de pulmón, que ya ha sido reconocido como enfermedad profesional en una sentencia del año pasado del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV). Sin embargo, tuvo que escuchar cómo la empresa niega la existencia de amianto, que dijo que el cáncer está relacionado con su hábito de fumador esporádico, así como lostestimonios de algunos de sus compañeros que desconocían, incluso, la existencia de la sentencia judicial del año pasado.
Santos reclamó ayer en el Juzgado de lo Social el recargo del 50% en las prestaciones sociales debido a que la empresa constructora no garantizó la prevención y la seguridad en el trabajo, un hecho que quedó evidenciado en el juicio. El abogado de Lorenzo Santos lamentó que ese catálogo de materiales de Dragados haya aparecido en este momento, puesto que «se ha ocultado no sólo en este juicio, sino en anteriores, la existencia de productos con amianto catalogados por la propia empresa». Por lo que destacó que «alguien no ha dicho la verdad», a la vez que criticó la propia actuación de la Inspección de Trabajo que en varias oportunidades negó la existencia de amianto en el lugar de trabajo de este empledo, ahora afectado por un cáncer de pulmón, que figura en el listado de las enfermedades profesionales.
De ahí, la conclusión del abogado José Luis Luengas de que «el recargo por falta de medidas de seguridad es necesario porque Dragados ni vigiló la salud de los trabajadores de forma específica, ni puso los equipos de prevención adecuados, ni tampoco utilizó vestuarios diferentes cuando se iban a quitar la ropa de trabajo y la ropa de calle, con el agravante de que llevaban a casa los buzos para lavarlos, «lo que podría haber infectado a sus familiares». Por eso, el abogado de Lorenzo Santos señaló que «se ha puesto en peligro a un montón de trabajadores. Es horrible».
La abogada de Dragados y la de la Seguridad Social negaron la existencia de amianto, aunque todos los intentos que realizaron se complicaron debido a que la propia sentencia del Tribunal Superior de Justicia del país Vasco y a que en estos momentos el trabajador tramita una incapacidad ante la Seguridad Social, que prácticamente cuenta con el visto bueno debido a la enfermedad profesional que padece. Pero la abogada de Dragados utilizó otra vieja treta en los juicios por amianto para eludir la responsabilidad de quien le paga. Dijo que el trabajador era fumador y que el cáncer le sobrevino por ese motivo.
Para ello, utilizó como testigo a un médico, José Sánchez Andujar, que señaló, en contra de la sentencia del alto tribunal, que no había partículas (fibras) de amianto en su pulmón. Sin embargo, este perito reconoció que no era neumólogo, aunque se prestó a realizar esa observación sin ser experto en enfermedades del aparato respiratorio, como le reprochó el abogado de la defensa del trabajador.
BBVA, desamiantado
Por otra parte, el consejero delegado del BBVA, Ángel Cano, admitió ayer las dificultades para vender el edificio de Gran Vía 1, situado en el centro de la capital vizcaína que fue la sede principal del banco durante muchos años. En una conferencia organizada por La Comercial de Universidad de Deusto, Cano atribuyó esa dificultad a la situación económica, pero algunos de los presentes en la sala recordaron que los problemas se deben más a que el banco no ha desamiantado el edificio todavía, a pesar de que hace nueve años BBVA dijo que ya lo había hecho. Un ex trabajador del banco falleció por un cáncer.