Relevo en el banquillo osasunista
Un «apolítico» anacrónico
Natxo MATXIN
Las instalaciones de Tajonar acogieron una expectación mediática y de público inusitadas la tarde del 14 de octubre de 2008. José Antonio Camacho aterrizaba como nuevo técnico rojillo con el objetivo de insuflarle vitalidad a una plantilla a la que se le achacaba mucho toque pero poco ímpetu y eficacia. Veintiocho meses después, de aquella ilusión no sólo no ha quedado nada sino que se ha ampliado el divorcio entre afición y equipo. Durante ese tiempo, el de Cieza ha puesto mucho de su parte para generar tan desagradable situación, con numerosos deméritos deportivos y personales.
Un año sin ganar fuera de casa. Es la mayor rémora que ha acompañado al equipo durante la era Camacho, sólo contrarrestada en parte por el buen hacer casero. El murciano se empeñó, por activa y por pasiva, en adjudicar a la falta de suerte tan lastimosos números foráneos, pero toda una vuelta al calendario sin rascar bola lejos de El Sadar no puede ser fruto de algo tan aleatorio como la fortuna. El que afirmara tras la derrota de Anoeta que no pensaba variar nada para futuras salidas fue la gota que colmó el vaso.
Estrechez de miras y pocas variaciones en el sistema de juego. Siempre bajo el «argumento» de que no había plantilla para jugar de otro modo, el ya ex técnico rojillo se empeñó hacer bandera de un sistema en el que el juego directo fue la única solución, haciendo de Osasuna un equipo muy previsible. No en pocas ocasiones -la última Calleja este pasado domingo- sus jugadores le llevaron la contraria, apostando por practicar un fútbol diferente. La impotencia para contrarrestar las jugadas de estrategia del rival ha sido otra de las sangrías, un apartado que poco y mal se ha entrenado.
Nula convicción en la cantera. En sus casi dos años y medio como entrenador, Camacho únicamente ha subido a Primera a un jugador procedente del Promesas -Rúper-, a diferencia de la mayor comparecencia de canteranos en la labor de sus predecesores. La salida en masa de hasta cinco jóvenes valores en dirección al Huesca -Andrés Fernández, Echaide, Jokin, Galán y Vega- puso de manifiesto su nula convicción hacia la factoría de Tajonar.
Envejecimiento de la plantilla con futbolistas que no han rendido acorde a lo esperado. Consecuencia de lo anterior, la escasa presencia de frescos talentos navarros fue suplida con el fichaje de futbolistas veteranos y ya curtidos en la categoría, pero que la mayoría o bien les ha costado su tiempo o no están rindiendo al nivel esperado. Aranda, que ha necesitado de mucha continuidad para funcionar a su nivel, Damià, Lolo o Soriano son algunos de estos casos. Por contra, el mayor mérito de Camacho fue la recuperación para el fútbol de Pandiani.
Escaso feeling con la afición. El de Cieza ha insistido una y otra vez en que las causas de su poco feeling con una parte de la afición rojilla eran extradeportivas y de tipo político. La realidad es que por la escuadra navarra han pasado técnicos de las más diversas nacionalidades y nunca hasta ahora se había dado tal nivel de hostilidad. Lejos de hacer autocrítica, echó más gasolina al fuego con declaraciones contra sus propios hinchas, que nunca le han perdonado que no manifestara la misma o similar afinidad con el club que le pagaba que con la selección española como comentarista. En estos dos años y cuatro meses que ha estado en Iruñea no se le ha visto ni una sola imagen en la que reflejara cierta pasión, bien para festejar la victoria como para sentir una derrota.
Falta de química con las diversas instancias del club. La poca afinidad con el graderío puede hacerse extensiva al resto de instancias del club, desde la mayoría de la junta directiva, pasando por el resto del entramado técnico e incluso los empleados de la entidad rojilla. Las formas altaneras que ha exhibido Camacho y su equipo -en especial su ayudante, Carcelén- no han sido las más propicias para estrablecer un grupo de trabajo que beneficiase a la estabilidad. El fichaje de Leka ya dejó patente la diferencia de criterios dentro del staff técnico entre unos y otros, transmitida a determinados medios.