El vecindario podrá opinar sobre la estación de Arriaga, pese al Consistorio
«¿Quieres que se respete el parque en su totalidad?». Ésa será la pregunta que los habitantes de Lakua-Arriaga, y de Gasteiz, podrán responder en la consulta popular del domingo. Algo que atemoriza al Ayuntamiento, a tenor de las veces que la ha rechazado y del «boicot» que realiza negando a la comisión vecinal el censo electoral. Ya lo argumentó Juan Carlos Alonso (PSE): de haberse realizado consultas, proyectos como el tranvía no se hubieran materializado.
Itziar AMESTOY
Con una jornada festiva y papeletas de tres colores se conocerá este domingo el sentir y la opinión de la ciudadanía sobre la estación intermodal que se proyecta construir en el Parque de Arriaga. Jesús Oñate, miembro de la Comisión Vecinal por la Consulta Popular en Lakua-Arriaga, descansa por un momento del constante buzoneo y de los últimos preparativos para explicar a GARA los pormenores del trabajo vecinal.
El carácter festivo, con un completo programa que incluye actuaciones y conciertos, pretende que el domingo «se recuerde como el día en el que el barrio se convirtió en una fiesta». La expresión de la opinión, además, tendrá tres colores. El blanco, para el barrio afectado; el naranja, para los menores: «son los principales usuarios del parque. Además, la intermodal, con todas sus fases, costaría 550 millones de euros; un gasto que hipotecará a futuras generaciones». Y, por último, el verde para gasteiztarras. «El proyecto de la estación tiene detrás todo el soterramiento de vías, la entrada del AHT en Gasteiz, que afecta a otros barrios como el humedal de Salburua o Adurza. Va a afectar a todo Gasteiz».
Salvo factores incontrolables -Oñate explica que se ha vuelto un adicto a las web de las previsiones meteorológicas-, la comisión vecinal está muy esperanzada con la consulta. «La conciencia de barrio ha ido creciendo». Los resultados finales tendrán en cuenta sólo las papeletas del barrio. Como el Ayuntamiento les ha negado el censo, la comisión vecinal ha logrado la cifra de 11.605 habitantes, con los datos de personas con derecho a voto que maneja el Consistorio de la capital alavesa y con los habitantes por calle, para incluir a las personas inmigrantes. Por otro lado, contarán con seis notarios que verificarán la consulta: Jose Angel Cuerda, Alberto Frías, Paquita Santarbolome, Guillermo Perea, Rafael Ruiz de Zarate y Aitor Ortiz de Zarate.
Un primer paso
Una vez que el domingo, a las 21.00, se conozca el resultado final, el trabajo no habrá hecho más que comenzar. «Después seguiremos con las movilizaciones; habrá que conseguir que el Ayuntamiento respete los resultados. El objetivo será el que siempre ha sido: que se abra el debate sobre esta infraestructura».
Con los 32.000 m2 de afección al parque -un 30% de la superficie- no se pierde sólo lo que se ha denominado el «pulmón de la ciudad». Según Oñate, la afección tiene cuatro facetas. Primero, la calidad de vida durante la propia obra, que conlleva tráfico, polvo, ruido y estrés. Por otro lado, la afección al parque en términos ecológicos, con la biodiversidad de flora y fauna que guarda. Pérdida de caudal público -los 550 millones de euros, a los que hay que añadir el 30% que de media suben las obras públicas, suponen el presupuesto municipal de casi dos años- y, como cuarto eje, la pérdida ciudadana en la capacidad de decisión.
La consulta popular llega en el momento en el que más duele, al menos a los políticos. Una respuesta activa dejaría en evidencia a PSE y PNV, que se han unido en dos ocasiones para rechazar que se pregunte por la intermodal a los gasteiztarras.
La primera vez, en noviembre de 2009, se rechazó una consulta a nivel de ciudad y la segunda, en octubre de 2010, para llevarla a cabo en el barrio. El boicot del equipo de gobierno ha continuado con la negativa a dar el censo electoral. La comisión vecinal prevé que desde el Consistorio se desacrediten los resultados del domingo a través de una guerra de cifras. Su llamamiento es claro: «Si cree que estos datos no son ciertos aún está a tiempo de ceder el censo a esta comisión vecinal».
Jesús Oñate explica que la fecha no ha tenido nada que ver con el juego político electoral, pero aun así es conocedor de que Patxi Lazcoz quiere llegar a mayo con la intermodal bajo el brazo. «Si la consulta sale como esperamos, va a tener una china en el zapato», apostilla Oñate. La otra baza del actual alcalde es, a su juicio, la declaración de Green Capital en 2012, a pesar de querer amputar su pulmón. «Este galardón representa la hipocresía del Ayuntamiento. En Lakua-Arriaga lo sufrimos directamente. Ya se ha dicho: verde por fuera, negro por dentro».
El teniente de alcalde y concejal de Urbanismo, Juan Carlos Alonso, evidenció las razones del «boicot». De haberse preguntado, otros proyectos no se hubieran hecho. Ahora que aunque no quieran se preguntará, la duda que sigue en el aire es si se oponen. ¿Se hará? I. A.