La coordinadora general del Centro Superior de Música del País Vasco, Carmen Rodríguez Suso, compareció ayer, de forma urgente, en la Comisión de Educación del Parlamento de Gasteiz a petición de EA y PP, al haberse conocido en los últimos días varias informaciones que aseguran que Rodríguez Suso pudo expresar mediante correos electrónicos al director orquestal Pierre Cao su futura contratación como director de Estudios Orquestales del mismo centro, dos meses antes de la convocatoria del concurso para la provisión de la plaza.

Las acusaciones vertidas sobre la máxima responsable de Musikene fueron hechas público por la plataforma «Amigos de Musikene», de carácter anónimo, y divulgadas posteriormente por un grupo comunicativo, un hecho que, según Rodríguez Suso, supone «la violación sistemática del derecho de privacidad de dos personas particulares».

La coordinadora defendió su posición asegurando que mantuvo contacto, no solamente con el luxemburgués Pierre Cao, sino con varios artistas más, con el fin de hacerles llegar la puesta en marcha de la convocatoria para ocupar el puesto de director de Estudios Orquestales. «Este tipo de artistas cuentan con una agenda apretada, con fechas pactadas a dos o tres años vista y, al no tener necesidad de ningún contrato específico, sería imposible que tuvieran algún conocimiento del concurso que iba a poner en marcha Musikene» para seleccionar al nuevo director de este departamento.

A su juicio, «lo que sí fue una novedad es que se llamara a un concurso público la contratación de un nuevo integrante, cosa que muy pocas veces se llevó a cabo con la anterior directiva, ya que más de la mitad de los profesores de Musikene fueron seleccionados de forma directa». «Ahora estamos recogiendo las cenizas que nos ha dejado la anterior directiva», apuntó.

«Todos los contenidos de los correos escritos por la coordinadora general contienen el implícito de que, aquello de lo que se habla, sólo ocurrirá si el artista con el que se ha contactado finalmente concurre y resulta elegido», sentenció, para añadir que «no hay duda de que se ha respetado la legalidad» y que «el proceso de selección fue intachable».

Algunos parlamentarios reprocharon a Rodríguez Suso no responder directamente a las preguntas planteadas durante la Comisión, como fue el caso de Mikel Basabe (Aralar), quien le acusó de «no aportar ninguna información que sirva para aclarar lo que debía de haber aclarado ante la comisión parlamentaria».