Movimientos políticos en Euskal Herria
Westminster impulsa el proceso de solución en Euskal Herria
Miembros de todos los grupos con representación en el Parlamento británico asistieron anoche a una conferencia en la que se abordó la situación política abierta en Euskal Herria tras los movimientos ocurridos en los últimos meses. El abogado sudafricano Brian Currin fue el principal orador en un foro en el que, además, un importante dirigente unionista del Norte de Irlanda explicó a los emisarios españoles que la negación del diálogo no es el camino.
Iker BIZKARGUENAGA | LONDRES
«Nosotros hace quince años pensábamos lo mismo; no queríamos diálogo. Luego nos dimos cuenta de que estábamos muy equivocados». Estas palabras, dichas ayer en Londres, tienen una significación especial por la persona que las pronunció y por su destinatario. El autor de la frase es Jeffrey Donaldson, conocido dirigente unionis- ta del Norte de Irlanda, del mismo partido que Ian Paisley. Es la primera vez que hace una afirmación así, de forma tan categórica. Lo que dijo iba destinado al encargado de defender las posiciones del Gobierno español en el Parlamento británico. Sin duda, fue uno de los momentos más intensos de los vividos ayer en la sede parlamentaria.
La realidad política vasca ha sido analizada en más de una ocasión en el Parlamento Eu- ropeo, especialmente en los últimos años, de la mano del Friendship que agrupa a electos de muy diversos grupos representados en la Eurocámara. Es conocido, asimismo, que el conflicto que enfrenta a Euskal Herria con los estados español y francés se ha tratado en muchos otros foros de ámbito internacional -sin ir más lejos, hace apenas unos días en Venecia-, y hasta el estado de Idaho, en Estados Unidos, aprobó hace unos años una resolución en favor del derecho de autodeterminación del pueblo vasco.
Ayer fue el turno de un Parlamento de gran peso en el escenario internacional, como es el británico, que a través de Brian Currin conoció de primera mano los pasos dados en los últimos meses en Euskal Herria y las posibilidades abiertas para avanzar en un proceso resolutivo de carácter democrático.
El abogado sudafricano llegó a Londres después de haber presentado a la opinión pública vasca a los componentes del Grupo Internacional de Contacto, y lo hizo invitado por el APPGCI (The All-Party Parlamentary Group on Conflict Issues) para explicar con detalle el nuevo escenario político.
Una invitación que, sin duda, ha incomodado mucho al Gobierno español, que habría presionado para que este foro escuchara también a una delegación encabezada por el miembro del presidente de la Fundación para la Libertad, Guillermo Barredo. Junto a él estaba el miembro del PSOE Teo Uriarte.
Asimismo, tomó brevemente la palabra Gorka Elejabarrieta, en representación de una delegación de la izquierda abertzale formada también por Ana Mezo y Aitor Bezares. Esta delegación mantuvo durante toda la jornada encuentros con los grupos del Legislativo, y el representante abertzale aprovechó su turno para agradecer a los presentes su invitación y el interés mostrado hacia Euskal Herria.
Izquierda abertzale y Sinn Féin
En su intervención, tras recordar los pasos que de forma unilateral ha dado la izquierda abertzale, apostó por pasar a una fase de compromisos multilaterales y, sobre el papel que puede desempeñar la comunidad internacional, destacó que la participación de un agente neutral puede ayudar al desarrollo de un proceso resolutivo.
«Es un hecho que la izquierda abertzale ha hecho una apuesta inequívoca por los métodos pacíficos y democráticos, del mismo modo que es un hecho que ETA ha declarado una tregua general, permanente y verificable internacionalmente. Hay una oportunidad abierta, y deseamos que todas las partes se impliquen y que esta oportunidad sea aprovechada», expresó Elejabarrieta.
Entre los asistentes estaban, además de los electos, representantes muy conocidos de la sociedad civil británica, así como gente llegada desde Irlanda, como una representante de Sinn Féin que relató cómo su compañero Alex Maskey estuvo presente en la presentación de Sortu en Madrid, un partido cuya legalización defendió en repetidas ocasiones el propio Currin.
«Arratsalde on», comenzó saludando el parlamentario liberal demócrata Simon Hughes, uno de los tres electos encargados de dirigir el APPGCI, antes de ceder la palabra a Currin.
El facilitador sudafricano, antes de contextualizar la situación que se vive en Euskal Herria, quiso puntualizar que él no es el responsable del alto el fuego de ETA. «Mucha gente ha trabajado para ello», señaló.
En una extensa alocución, Currin explicó cómo ha llegado a trabajar sobre la situación en Euskal Herria, y detalló el debate habido en el último año y medio en el seno de la izquierda abertzale, incluyendo las iniciativas adoptadas unilateralmente hasta la creación de Sortu.
Precisamente, la situación de esta formación, que tal como recordó Currin dependerá de los tribunales, ocupó gran parte de las intervenciones y del posterior debate. El letrado sudafricano, directo conocedor del proceso de paz en su país y en Irlan- da, recordó que hay una parte importante de la población vasca que no puede expresarse en las urnas, y explicó que incluso un lehendakari [Juan José Ibarretxe] fue encausado por mantener diálogo con Batasuna.
Destacó también que otras formaciones han decidido trabajar conjuntamente con la izquierda abertzale en favor de unos objetivos comunes y, tras apuntar que el 22 de mayo se celebrarán elecciones, señaló, como muestra del alcance de la apuesta de la izquierda abertzale, que aunque para entonces la legalización de Sortu siga pendiente de los tribunales ésta ha dicho claramente que no habrá marcha atrás.
Barredo, que quiso explicar que no representaba al Gobierno español tal como deslizó el moderador, expuso sin embargo la versión oficial de Madrid. Corregido en varias ocasiones por asistentes que tomaron la palabra -algunos, vascos residentes en Londres, le recordaron la situación de los presos, la falta de democracia, el cierre de medios de comunicación...-, sostuvo que en Euskal Herria «no hay conflicto político» sino sólo «una parte, la nacionalista, que se quiere imponer sobre la otra, la no nacionalista».
Hizo una descripción muy particular sobre su grupo -«gente que ha luchado contra Franco y contra ETA»- y de Euskal Herria, que limitó a los tres territorios de la CAV. Señaló que su PIB es mayor que la media europea, que el euskara es oficial, que la mayor parte de lo que recaudan las haciendas se distribuye por las administraciones vascas y que existe Policía autonómica, para concluir de todo ello que no hay problema político alguno. Luego Donaldson le explicó que ésa no es la vía.
Barredo (Fundación para la Libertad) esgrimió que en Euskal Herria ya hay democracia, y vascos residentes en Londres le recordaron a los presos, las ilegalizaciones o el cierre de medios.
Una representación de la izquierda abertzale formada por Gorka Elejabarrieta, Aitor Bezares y Ana Mezo mantuvo reuniones con los grupos del Parlamento. Hicieron una valoración muy positiva de la receptividad observada en todos sus interlocutores.
Brian Currin estuvo a punto de intervenir en el mismo foro hace algo más de un año, pero al parecer las presiones del Gobierno español hicieron imposible su presencia. Ayer sí pudo tomar la palabra ante un auditorio formado por electos de todos los grupos.
Tras las primeras intervenciones de Currin y Barredo, se abrió un distendido debate en el que participaron varios de los asistentes -medio centenar- a la conferencia. Hubo varias preguntas y bastantes alusiones al Norte de Irlanda.
El APPGCI (The All-Party Parlamentary Group on Conflict Issues) es, como su propio nombre indica, un grupo parlamentario interpartidista constituido en setiembre de 2006 al objeto de impulsar un foro de diálogo entre miembros del Legislativo, el Gobierno británico y representantes de la sociedad para abordar y debatir la forma de prevenir y resolver conflictos. Haciendo gala a su nombre, el grupo está coliderado por representantes de los tres principales partidos del espectro político británico. Así, Simon Hughes (Liberal Demócrata), John McDonnell (Laborista) y Gary Streeter (Conservador) son los encargados de dirigir este foro, que ha analizado conflictos políticos de todo el mundo. Además de estas tres personas, el APPGCI está compuesto por una veintena de «reputados» miembros de las dos cámaras que constituyen el Parlamento.
No es de extrañar, por tanto, que desde este foro indiquen que su labor está «firmemente anclada» en el Parlamento, a pesar de trabajar «estrechamente» con profesionales y expertos en la resolución de conflictos ajenos a la actividad parlamentaria; entre ellos, miembros del Departamento para el Desarrollo Internacional (DFID) británico, la Oficina para Asuntos Exteriores y la Commonwealth (FCO) y el Ministerio de Defensa, además de representantes de ONG, académicos, empresarios y periodistas.
Su objetivo, explican, es tratar de influir sobre el Gobierno británico, «y por extensión en otros gobiernos», para que promuevan herramientas para la prevención, soluciones no violentas de conflictos y la construcción de la paz, y buscan hacerlo fomentando el diálogo y basándose en la «experta información y opinión» de personas que pertenezcan «a todo el espectro político».
Tal como señalan desde APPGCI, «desde principios de los 90 han finalizado más guerras mediante procesos de negociación que a través de victorias militares». También destacan que las probabilidades de que conflictos violentos latentes se reproduzcan son casi un 50%, y que ese escenario se da precisamente allí donde los agentes locales no se han sentido lo suficientemente comprometidos para sentir como propios los acuerdos de resolución. Por ello, explican que APPGCI «aplaude» las iniciativas locales que se produzcan en el mundo al objeto de ayudar a la prevención de conflictos. I. B.
Un asistente explicó la situación que viven los presos vascos. Otra persona, vasca residente en Londres, recordó a Barredo que a ella nunca le han preguntado sobre el futuro de Euskal Herria y le preguntó qué hay de malo en la mediación internacional.