Crónica | Solidaridad internacional
EHL: «No trabajamos por, sino con Euskal Herria»
La solidaridad con Euskal Herria se extiende como una mancha de aceite por el mapa europeo e incluso americano. En el marco de la quinta semana de Solidaridad Internacional con Euskal Herria, se suceden los encuentros y actos varios que pretenden acercarse a la realidad de este pueblo y enviarle un claro mensaje: «Euskal Herria no camina sola».
Itziar AMESTOY
Son muchas y muy variadas las iniciativas que están teniendo lugar estas semanas al abrigo de los diferentes colectivos de Euskal Herriko Lagunak (EHL) y con la colaboración de Askapena. En cada rincón mantienen sus peculiaridades -buena parte de ellas están recogidos en la web del colectivo internacionalista-, pero todas ellas tienen el objetivo común de demandar el respeto a los derechos civiles y políticos de este país, a la vez que se socializa el Acuerdo de Gernika y se reclama la legalización de la izquierda abertzale.
Al visitar alguna de las ciudades en las que EHL tiene una fuerte presencia, resulta sorprendente conocer el intenso trabajo que llevan a cabo. Y es que, si bien enmarcadas en la Elkartasun Astea las iniciativas se intensifican, EHL organiza propuestas a lo largo de todo el año.
Milano sería uno de los estos ejemplos. Aunque con el nombre oficial del Centro Social Autogestionado, Transiti es mucho más conocido entre los «compañeros» como un «gaztetxe», uno de los muchos ubicados en la ciudad italiana. En él se han sucedido varios actos durante el pasado fin de semana, con visitas de miembros de Etxerat, Torturaren Aurkako Taldea y Elkartzen. El centro social está ubicado en la parte baja de un edificio ocupado hace unos treinta años, donde residen varias familias.
Tejiendo redes
La mayoría de asiduos al local son expertos conocedores de la realidad política y, además, «enamorados» de Euskal Herria, país al que se escapan a la mínima posibilidad. Uno de ellos, Paolo, hizo la primera visita hace unos 15 años y desde entonces no ha dejado de hacerlo. Con grandes amistades a las que intenta saludar en persona unas siete veces al año, sigue el día a día del devenir político y social. En la Elkartasun Astea socializan ese conocimiento, con la ayuda de los colectivos que se acercan para dar a conocer su realidad de forma cercana y directa, es decir, en primera persona.
Aun así, detrás de este primer objetivo, el de acercar la realidad vasca a los ciudadanos italianos, se esconde otro mucho más profundo. Paolo explica que quieren instrumentalizar la solidaridad que genera Euskal Herria como elemento de cohesión entre los diferentes movimientos.
En Milano, según describe, las diferentes luchas populares se encuentran poco unidas y bastante parceladas. Por ello, con los actos de estas semanas quieren ir tejiendo redes, ya que en las discusiones que surgen al hablar de temas más cercanos se diluyen en este caso.
«En Euskal Herria existe un partido que funciona de elemento cohesionador, que une; en Italia no tenemos eso. Por ese motivo, buscamos que este tipo de iniciativas desempeñen ese papel», explica Paolo en el Centro Social Autogestionado.
Como ejemplo de la red que se crea en torno a Euskal Herria existen los diferentes colectivos de EHL repartidos por el país. Paolo informa de que hoy en día existen ocho, y que han logrado trabajar coordinadamente de cara a la organización.
El «Askatasuna» de torino
En otro lado de la red está el centro autogestionado Askatasuna, en este caso en Torino. El centro es un emblemático edificio abierto en 1996, donde tienen cabida un amplio número de luchas, como el trabajo de Prendo Casa, y de iniciativas como el gimnasio, la sala de conciertos o la Ludoteca Popular. Abierto por «compañeros» que en los años 90 tenían muchos contactos euskaldunes, el nombre con el que le bautizaron deja clara su vinculación con este pequeño pueblo.
El encuentro del pasadp sábado, en el que el colectivo Elkartzen explicó su trabajo, fue un buen ejemplo de cruce de iniciativas. Las aportaciones del público dieron a conocer Prendo Casa, una iniciativa surgida en otra ciudad pero que se ha ido extendiendo por diferentes sitios de Italia.
Ante la acusante realidad de los desahucios, agravada por la actual crisis económica, el movimiento busca tener una red de apoyo tanto técnico y legal como físico, en caso de llegar el desalojo, para ayudar a las personas que se encuentren en esta situación.
El tercer paso es buscar viviendas vacías para ocuparlas y proporcionar el techo para vivir al que las personas desahuciadas tienen derecho. Los integrantes ponían especial énfasis en buscar la autonomía de cada uno de los militantes y familias ayudadas.
«Si dejamos de estar nosotros aquí, el movimiento no puede acabarse. Hay que hacer que cada uno de los que participamos o de cada uno a los ofrecemos apoyo sea autosuficiente. No podemos caer en una visión asistencialista o maternalista», relataban los compañeros asiduos a este centro.
Valeria, una de las integrantes de la asamblea de Askatasuna, participa activamente en el movimiento de EHL. Según su punto de vista, la posibilidad de tener visitas de gente activa en Euskal Herria aporta mucha riqueza.
Además de los encuentros, en formato más formal, resaltaba esa otra comunicación que se produce entre cenas y comidas. Así, considera que de esa forma consiguen tener un punto de vista interno. «Muchas veces desde fuera es más fácil opinar», valoraba. No obstante, también reconocía que son dos posturas, una más interna y la otra más externa, que son necesarias para complementarse.
Antonio, también afincado en Milano, aunque originario de Taranto (sur de Italia), consideraba que el italiano y el vasco son dos pueblos con muchos nexos de unión. «Y no sólo se trata de nuestra costumbre de socializarnos en torno a una mesa», precisa.
Entre las diferencias, resaltaba la movilización de la sociedad vasca como algo a imitar por el movimiento en Italia. Sin embargo, al mismo tiempo daba a conocer la red solidaria de resistencia de desalojos que existe por todo Milano. Antonio reside en el barrio de Ticinese, donde actualmente hay un centenar de viviendas ocupadas. Con algunas que tienen más de 30 años de resistencia, es uno de los barrios referentes.
«Autodeterminazione Ora»
Según relataba Antonio, el principal reto que tienen en estos momentos, sobre todo en zonas como Transiti, es el trabajo que desarrollan con las personas inmigrantes.
Más allá de la alfabetización o de una visión asistencialista, Antonio situaba la necesidad de conciencia de clase como elemento clave. En ello se estructura buena parte del trabajo, así como en ofrecer servicios tan básicos como puede resultar la atención sanitaria, pero que, aun y todo, el Gobierno italiano niega a las personas sin papeles. Precisamente ellas fueron uno de los grupos especiales invitados a las iniciativas vinculadas a Euskal Herria, enmarcado en esa línea de ir tejiendo redes que situaba Paolo.
Hasta la fecha ya ha habido charlas, conciertos, encuentros y proyecciones de películas. Con todo, se han ido dibujando varios prismas de la lucha de Euskal Herria y la solidaridad con el pueblo vasco. El trabajo seguirá desarrollándose esta semana con un colofón final claro: la manifestación nacional en Milano del próximo sábado. A ella están invitados un centenar de ciudadanos vascos, entre txalapartaris, grupos de música, zanpantzar, etcétera.
La manifestación partirá a las 15.00 de la plaza Cordusio. En ella se reclamarán los derechos civiles para el pueblo vasco, y uno de los lemas será «Autodeterminazione Ora».
También se coreará el grito que, por otro lado, resume toda la filosofía de la Elkartasun Astea, así como de la manifestación del próximo sábado: «Tanti Popoli Un' Unica Lotta».