Maite SOROA | msoroa@gara.net
Del nerviosismo a la perplejidad
Los movimientos políticos de la izquierda abertzale tienen absolutamente despistados a los elementos más reacios del nacionalismo español. Despistados es poco decir, están perplejos.
Ayer José Apezarena, veterano columnista de «El Confidencial Digital», mostraba su perplejidad sin concesiones al disimulo: «Un dato que no cuadraba, cuando se puso en marcha Sortu, el nuevo partido de la izquierda abertzale, fue que el anuncio de su nacimiento lo hicieran Rufi Etxebarría e Íñigo Irúin». El tío ya empieza a sospechar algo.
Constata que la Fiscalía ha recurrido la legalización de Sortu y el recelo aumenta: «si la finalidad era sortear la acusación de `continuidad' con Batasuna, ¿a qué vino que el acto de lanzamiento lo protagonizaran Rufi Etxebarría e Íñigo Irúin, los dos `batasunos' de más pedigrí?».
Apezarena no termina de verlo claro, y empieza a intuir que se les ha preparado una trampa para elefantes: «Ni Etxebarría ni Irúin podían ignorar que, si ellos protagonizaban la rueda de prensa, eso iba a ocurrir. Luego hay que pensar que no les importaba. Y deducir, entonces, que Sortu no es su principal apuesta.
Es más, cabe apostar que lo que pretendieron fue colocar un señuelo, lanzar una liebre, para que se centraran en ella fiscales, jueces... y periodistas». Y es que parte de una convicción: «Son bastante expertos en lanzar conejos. Lo han acreditado otras muchas veces.
¿Para qué éste señuelo? Lógicamente, para distraer de otro objetivo. ¿Cuál? Muy posiblemente el `plan B' que se ha descubierto». Otro que cree haber descubierto la pólvora.
Nos lo cuenta así: «El `plan B' se centra en aprovechar las listas de un partido legal, Eusko Alkartasuna, para colar en ellas candidatos de esa izquierda abertzale sucesora de ETA.
Si así lo aplican, y tienen el cuidado de nominar a personas de las que no se pueda demostrar sus vinculaciones batasunas, va a resultar muy complicado cortarles el paso, porque no existirán evidencias». Lo que le angustia a Apezarena es la sospecha de que todo forme parte de una conspiración: «¿Forma parte de algún acuerdo que no conocemos?». Las cosas son más sencillas, amigo. Forma parte de la voluntad popular.