Varapalo para el Gobierno de Merkel en la cita electoral de Hamburgo
La Unión Demócrata Cristiana (CDU), encabezada por la canciller Angela Merkel, ha entrado de la peor manera posible en el maratón de elecciones regionales que tendrá que afrontar hasta setiembre. Pese a que la derrota era esperada, los democristianos sufrieron la peor debacle desde la Segunda Guerra Mundial, perdiendo más de un 20% de los votos respecto a la anterior cita. Los analistas aseguran que, aunque de forma limitada, influirá a nivel nacional.
GARA | BERLÍN
Los conservadores de la canciller alemana, Angela Merkel, trataban ayer de pasar página tras la abrumadora derrota sufrida el domingo en Hamburgo, y pese a que los democristianos atribuyen la debacle a factores específicamente regionales, la oposición ve una señal de cara a los otros seis comicios regionales que tendrán lugar este año.
«Estas elecciones nos darán alas», se alegró el secretario general del grupo parlamentario socialdemócrata (SPD), Thomas Oppermann, cuyo partido obtuvo la mayoría absoluta en la segunda ciudad de Alemania, con un 48,3% de los votos.
Los democristianos de la CDU fueron barridos del poder registrando en Hamburgo su peor resultado desde la Segunda Guerra Mundial, perdiendo 20,7 puntos porcentuales desde la anterior cita con las urnas. El domingo recabaron un 21,9%. Los Verdes obtuvieron un 11,2% de los apoyos, el Partido Liberal (FPD) un 6,6%, mientras que Die Linke se hizo con un 6,4% de los sufragios.
El estrepitoso fracaso, aunque previsto, complicará la tarea de la jefa del Gobierno alemán, ya que su sector pierde tres votos en el Bundesrat, la Cámara Alta del Parlamento, que representa a los estados regionales. El SPD podrá en adelante bloquear numerosos proyectos de ley y, sobre todo, los relativos a la fiscalidad y la salud.
Merkel, quien reconoció en una rueda de prensa ofrecida en Berlín la «amarga derrota» de su formación, agradeció al vencido alcalde gobernador de Hamburgo, Christop Ahlhaus, la campaña electoral que, dijo, había tenido que adelantar en circunstancias muy adversas.
La canciller recordó como Ahlhaus había asumido la jefatura del Ejecutivo poco después de la derrota en un referéndum sobre la reforma escolar y con la difícil responsabilidad de sustituir al carismático Ole von Beust en el cargo.
«No creo que nuestros electores hayan votado por los socialdemócratas, sino que muchos decepcionados se quedaron en casa», aseguró.
Factores de la derrota
Otros factores que pudieron aumentar esa decepción fueron la dimisión de Von Beust y el abandono de Los Verdes de la coalición, lo que, según la canciller, hizo que hubiera una pérdida de confianza en el Gobierno.
La coalición de Hamburgo entre la CDU y Los Verdes había sido el primer experimento en ese sentido y ambos partidos tuvieron que ceder en puntos importantes de su credo político, aunque a la postre sólo los democristianos fueron castigados por los votantes.
A ese respecto, Ahlhaus dijo que probablemente las dificultades que llevaron a la aparatosa derrota habían empezado ya con el acuerdo de coalición, en el que se hicieron concesiones a Los Verdes difíciles de aceptar para los tradicionales votantes cristianodemócratas.
Pese al intento de Merkel por darle a la derrota explicaciones meramente locales y regionales, los periodistas insistieron en posibles relaciones entre lo ocurrido en la ciudad más rica del país y el momento que vive el Gobierno federal.
«La pérdida en Hamburgo fue mucho peor de lo que nadie había previsto», aseguró Dietmar Herz, politólogo de la Universidad de Erfut, quien añadió que «Merkel asumirá previsiblemente una línea más dura a la hora de defender los intereses de Alemania para calmar a sus seguidores conservadores».
«Merkel no podrá simplemente barrer Hamburgo debajo de la alfombra y seguir adelante», estimó Gero Neugebauer, politólogo citado por Reuters. «Definitivamente tendrá implicaciones nacionales, enviando señales para otras elecciones de este año», una maratón de seis citas electorales que concluye en setiembre en Berlín.
El Partido Socialdemócrata (SPD) admitió que la situación de Hamburgo es especial, pero subrayó que la campaña de su candidato, Olaf Scholz, puede ser un ejemplo de cara a los otros comicios regionales de este año.
La canciller alemana, Angela Merkel, expresó ayer su claro apoyo al ministro de Defensa, Karl-Theodor zu Guttenberg, cuya credibilidad está en entredicho por las sospechas de que plagió o incluso encargó que le escribieran su tesis doctoral.
«No nombré al ministro de Defensa por sus conocimientos o por su carrera como jurista, sino por discurrir y por su capacidad como político», afirmó la jefa del Gobierno, mientras se suceden las exigencias de dimisión de Zu Guttenberg, incluso entre las filas de la coalición gubernamental.
El asunto del presunto plagio de la tesis doctoral ocupa desde la pasada semana los medios alemanes y, según aseguró ayer el diario muniqués «Süddeutsche Zeitung», el propio Zu Guttenberg se planteó dimitir ante las presiones recibidas.
Las sospechas sobre Zu Guttenberg cobraron una nueva dimensión el pasado fin de semana, al salir a relucir en distintos medios locales que no sólo podría plagiado más de 80 pasajes de su tesis, sino que probablemente utilizó a algunas personas para elaborar al menos parte de la misma.
Tales escritores, además, podrían ser empleados del Bundestag a los que en su momento Zu Guttenberg habría recurrido en su condición de diputado, por lo que habría incurrido en un delito, además, de malversación de fondos públicos.
El secretario ejecutivo del grupo parlamentario socialdemócrata, Thomas Oppermann, dijo que, de haber sido así, Guttenberg habría abusado de su condición de diputado y ha pedido al presidente del Parlamento, Karl Lammert, que investigue las acusaciones. GARA
