El ministro español de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, aseguró ayer que los fabricantes de automóviles podrían buscar nuevas fórmulas de distribución, que no fueran los concesionarios, y aumentar el precio de los vehículos si les obligan a recomprar las unidades que no son vendidas. Sebastián aseguró que la enmienda aprobada en el Congreso y apoyada por PP y CiU «es mala para todos» por lo que pidió la retirada de la misma.

El ministro se mostró convencido de que los fabricantes «no internalizarán» el coste que les supone quedarse con los excedentes no vendidos por los concesionarios y lo trasladarán a los precios finales, por lo que el «consumidor verá que subirá el precio» de los automóviles.