«Subir los salarios sería la última tontería que hay que hacer», afirmó el mes pasado el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, para insistir en su mensaje de la necesidad de controlar la inflación y evitar los denominados «efectos de segunda ronda» que elevan los precios.

Pero no se refería al suyo porque en 2010 percibió un salario de 367.863 euros, lo que supone un incremento del 2% respecto a los 360.612 euros cobrados en 2009, un incremento salarial que se sitúa ligeramente por debajo del 2,2% registrado por los precios de la zona euro en 2010.

De este modo, desde que comenzó la crisis financiera el máximo responsable de la política monetaria de la zona euro ha visto incrementado su salario en un 6,5%, puesto que en 2007 el banquero francés percibió un sueldo de 345.252 euros, que se incrementó un 1,9% en 2008 y un 2,5% en 2009, según los datos de la institución consultados por Europa Press.

Lucas Papademos, que ocupó la vicepresidencia del BCE hasta el mes de mayo, recibió un salario de 131.370 millones de euros, frente a los 309.096 euros que cobró en el conjunto de 2009. Por su parte, Vitor Constancio, que ocupa el cargo desde el mes de junio, cobró 183.918 euros. Asimismo, los restantes miembros del Comité Ejecutivo de la entidad cobraron 262.728 euros, cada uno beneficiándose también de una subida salarial del 2% respecto a 2009.

Prestaciones adicionales

El BCE precisó que los miembros del Comité Ejecutivo de la entidad reciben un salario base y prestaciones adicionales por residencia hijos, educación y representación. Además, el presidente dispone de una residencia oficial propiedad del BCE en lugar de la prestación por residencia.

«Los salarios están sujetos a tributación a la Unión Europea y a deducciones en relación con las aportaciones al plan de pensiones y a los seguros médico y de accidente, mientras las prestaciones sociales no están sujetas a tributación y no computan a efecto de pensiones», explicó el instituto emisor europeo.

Por otro lado, Dominique Strauss-Kahn, director gerente del FMI, gana 420.000 euros, libres de impuestos y que se actualiza según la inflación de Washington. Según su contrato, también recibe ventajas para el plan de pensiones, del que podrá cobrar hasta el 50% de sus aportaciones si está dos años en el cargo.