Mujeres del mundo, mundo de las mujeres
Un día como hoy, allá por 1908, 146 trabajadoras de la fábrica textil Cotton de Nueva York murieron calcinadas por las bombas incendiarias que les lanzaron ante su negativa a abandonar el encierro contra los bajos salarios y las infames condiciones de trabajo que padecían. Inspirándose en el ejemplo de aquellas mujeres y recordando los trágicos sucesos, el 8 de marzo fue referenciándose hasta su institucionalización actual como fecha para conmemorar la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y su desarrollo íntegro como persona. Una lucha que durante más de un siglo ha ido ganando derechos para las mujeres, ha tenido un impacto enorme en el progreso social y que, a pesar de los avances, hoy en día tiene nuevos desafíos en un mundo de crisis múltiples. El mundo de las mujeres es un mundo duro, difícil, donde un 70% de los pobres del planeta son mujeres, con violencia de género y guerras en las que una de las armas más utilizadas es la violación sexual, donde los derechos reproductivos y el acceso a la salud brillan por su ausencia en demasiados países, donde la feminización del poder y representación institucional siguen todavía pendientes.
La lucha por la igualdad de oportunidades y un desarrollo social basado en personas íntegras no es un asunto de mujeres. No cabe la solidaridad con una mano y el silencio con la otra. Es competencia de todas y de todos. Exige tender manos, abrir horizontes y unir fuerzas. Dejar de lado lo que nos separa y compactarnos en un nuevo proyecto liberador: como personas, como trabajadores y como país.
Hoy tampoco faltará la propaganda sobre soluciones y medidas como las cuotas de género. No son una respuesta total al problema de la baja representación femenina, pero son un punto de partida. Hoy, las mujeres del mundo no manifiestan reticencia a tomar riesgos o falta de ambición, sino determinación para eligir por ellas mismas los riesgos que quieren tomar.