El juez Baltasar Garzón calificó ayer ante el Tribunal Supremo español de «necesaria y proporcional» su decisión de intervenir las conversaciones que algunos de los imputados en la «trama Gürtel» mantuvieron en prisión con sus abogados. La defensa del magistrado destacó que el objetivo era «recuperar las importantes sumas dinerarias» que los acusados mantenían «en la más absoluta opacidad».

En su declaración,el suspendido juez de la Audiencia Nacional española reiteró lo manifestado en su primera declaración, el 10 de mayo de 2010.

Garzón responde ante la Justicia española en el marco de una demanda contra su persona por presuntos delitos de prevaricación y contra las garantías constitucionales en el «caso Gürtel».