Revueltas en el mundo árabe
Obama y la OTAN avisan a Gadafi de la inminencia de un ataque armado
El presidente de EEUU, Barack Obama, y el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, coincidieron al señalar que intervendrán Libia si Muamar al-Gadafi «continúa atacando sistemáticamente a la población civil». Londres y París trabajan ya en un proyecto de resolución para que la ONU dé el visto bueno a la operación militar.
GARA | BRUSELAS
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, advirtió ayer desde Bruselas al líder libio Muamar Al-Gadafi de que habrá una «reacción internacional si continúa atacando sistemáticamente a la población civil». El presidente de EEUU, Barack Obama, confirmó desde Wa-shington que la OTAN está estudiando la operación militar, al tiempo que defendió la «imposición de sanciones firmes» contra Gadafi.
«Si Gadafi y sus fuerzas militares siguen atacando sistemáticamente a la población, no puedo imaginar que la comunidad internacional se quede mirando», dijo Rasmussen al referirse a una posible intervención en el país norteafricano, donde, a su juicio, «se pueden estar cometiendo crímenes contra la Humanidad».
Sin embargo, Rasmussen quiso puntualizar que, por el momento, la OTAN no tiene prevista ninguna operación militar y subrayó que sólo intervendrá si se le solicita y cuenta con un mandato apropiado de la ONU.
«Tenemos que estar listos para actuar rápidamente, pero hasta ahora no hemos recibido ninguna indicación de que nuestra ayuda sea necesaria», destacó.
«Quiero enviar un mensaje muy claro a Gadafi y su entorno: serán considerados responsables de los actos violentos que se registren», agregó.
Una de las opciones que baraja la OTAN es imponer una zona de exclusión aérea sobre Libia, que tendría como objetivo evitar que Gadafi pueda utilizar la aviación para atacar a los opositores.
Rasmussen dijo que esa medida requiere de «un amplio abanico de recursos militares» y recordó que la resolución sobre Libia aprobada hasta ahora por el Consejo de Seguridad de la ONU no prevé el uso de la fuerza.
Junto a ello, el secretario general de la OTAN advirtió de que una intervención militar en Libia podría herir sensibilidades en la región, por lo que destacó la importancia del diálogo con organizaciones como la Liga Árabe o la Unión Africana.
El Estado francés se aplicó a esta tarea y su Ministerio de Exteriores emitió ayer un comunicado en el que subrayaba que el secretario general de la Liga Árabe, Amr Mussa, a quienes los occidentales ven también con buenos ojos para liderar «el proceso de transición en Egipto», confirmó a París su apoyo a la creación de una zona de exclusión aérea.
El ministro francés de Exteriores, Alain Juppé, se entrevistó el domingo con Mussa durante la visita que realizó a El Cairo.
Curiosamente, el supuesto apoyo de la Liga Árabe a la zona de exclusión aérea en Libia se hizo público a través del Estado francés, ya que el organismo panárabe no realizó ninguna declaración al respecto.
El Quai d'Orsay agregó que durante su estancia en El Cairo Juppé se entrevistó el sábado con Abdel Fattah-Yunis, miembro del Consejo Nacional libio, el organismo que agrupa a los opositores de Gadafi.
Italia también ha iniciado contactos con el Consejo Nacional libio, «pero lo ha hecho con discreción», según dijo ayer el ministro de Exteriores, Franco Frattini, a la televisión RAI 1.
Quienes no pueden presumir de «discreción» son los británicos, ya que el fin de semana transcendió que habían enviado al este de Libia, controlado por los rebeldes, a un «pequeño equipo diplomático», compuesto por militares de élite del SAS y un espía del MI6.
Según informó AFP, el Estado francés y Gran Bretaña están trabajando en un proyecto de resolución en la ONU que incluya el establecimiento de una zona de exclusión aérea para que sea votado esta misma semana.
Más sanciones de la UE
La UE, mientras, se prepara para extender sus sanciones contra Libia y, en especial, para bloquear los recursos de algunas entidades controladas por el régimen de Gadafi, informó Efe citando fuentes diplomáticas.
Los 27 ya tienen en marcha medidas restrictivas -prohibición de viajes y congelación de activos financieros- contra Gadafi y 25 personas de su entorno y estudian ahora la ampliación de esa lista y la inclusión en la misma de personas jurídicas.
Las nuevas sanciones se adoptarían, según esas mismas fuentes, a lo largo de esta semana y, entre otras, afectarían en un principio a Libyan Investment Authority (LIA), un fondo soberano con participaciones en importantes empresas internacionales. LIA controla capital de las firmas británicas HSBC, la mayor entidad bancaria de Gran Bretaña, y Pearson, el grupo propietario del diario «Financial Times». En Italia participa en la banca Unicredit, la aeroespacial Finmeccanica, la energética ENI y el Juventus de Turín.
Por otra parte, Mustafa Gheriani, portavoz de la oposición libia en Bengasi, pidió a los estados occidentales, en declara- ciones difundidas por Reuters, que bombardeen el país para proteger los pozos petrolíferos.
«Occidente tiene que actuar o este loco [Gadafi] hará algo a los pozos petroleros. Es como un lobo herido. Si Occidente no interviene con bombardeos aéreos tácticos podría dejar fuera de juego los yacimientos durante un largo tiempo», señaló.
Ayer también se pusieron de manifiesto las desavenencias en el seno del clan Gadafi cuando en una entrevista a la cadena Al-Arabiya, Saadi Gadafi, hijo del líder libio, culpó a su hermano Seif al Islam por no haber cumplido las recomendaciones de su padre para evitar algunas de las razones que impulsaron la actual rebelión.