Industria de Turbo Propulsores (ITP) tuvo un beneficio de 42,5 millones de euros en 2010, lo que supuso un 2% más que en el ejercicio anterior, mientras las ventas llegaron a 483 millones, con un incremento del 0,8%, informó ayer la empresa vizcaína, propiedad de Sener y Rolls-Royce. El director general del grupo, Ignacio Mataix, destacó la «estabilidad» del grupo pese a las dificultades del sector aeronáutico internacional y las pérdidas, que no detalló, de algunas filiales como Precicast Bilbao (PCB), la planta de fundición de superaleaciones de la que ITP posee el 60% y Precicast Suiza el 40% restante. ITP, con sede en el Parque Tecnológico de Zamudio, cuenta con 17 centros productivos en el Estado español, Gran Bretaña, Malta, Estados Unidos y México, y tiene una plantilla de unos 2.650 trabajadores.