Las alternativas se suceden en los índices, sin que ninguna de las noticias de los últimos días logre marcar un camino a los inversores. Por tanto, la desorientación sigue presente en los mercados, máxime después del aumento de los rumores sobre el rescate de Portugal si no se acepta el plan de austeridad del Gobierno. Por de pronto, los inversores dejaban ayer las negociaciones sin conocer la decisión final del primer ministro, José Sócrates, sobre su presumible dimisión de no prosperar en el Parlamento esa nueva propuesta de mayores ajustes. Por su parte, en EEUU no ayudaban los datos macroeconómicos, ya que una de sus referencias más sensibles, el sector inmobiliario, volvía a decepcionar de forma preocupante. La venta de viviendas nuevas se desplomaba en febrero un 17% respecto al mes anterior y un 28% en comparación con 2010. Del mismo modo, la negativa de la Reserva Federal de permitir la ampliación del dividendo del Bank of America en el segundo semestre provocó una notable frustración. Este cóctel de nubarrones, sin embargo, no pudo con el Ibex, que repuntó un 0,59%, hasta los 10.638 puntos. El resto de plazas europeas recuperó posiciones tras los descensos del martes. Londres subió un 0,58%, París, un 0,54%, y Fráncfort, un 0,35%. En el Ibex, la estrella rutilante fue Inditex, que saltó un 6,02%. Una mejora del 32% en los beneficios, un aumento del dividendo y la apertura de nuevas líneas de negocio catapultó al valor. En París, Unibail (+2,08%) fue el mejor, al tiempo que Société Générale (-0,76%) registró el peor balance.