Alberto Contador lleva meses asegurándose centrado en la carretera y habrá que hacerle caso porque, a sólo 24 horas de que expire el plazo para que la UCI recurra su absolución ante el TAS , el corredor madrileño ejerció de favorito en la etapa reina de la Volta a Catalunya. Y lo hizo como le gusta, atacando para cruzar en solitario la meta con una renta que, sin ser excesivamente amplia, puede resultar suficiente para asegurarse el triunfo final, viendo el perfil de las jornadas que restan.

Había mucha atención concentrada en los 184 kilómetros entre la Vall d'en Bas y la estación andorrana de Vallnord. Por el trazado, que incluía otro par de puertos de considerable dureza antes de la ascensión final -de Categoría Especial-, y por la respuesta que podían ofrecer los hombres que van afilando las garras de cara al Giro.

Neiro Quintana y Steven Kruijswijk fueron los protagonistas de la fuga del día, pero tampoco faltó el trabajo de -sobre todo- los corredores de Saxo Bank, Lampre y RadioShack, que lograron neutralizarla.

A cinco kilómetros de meta, Contador se cansaba de viajar en grupo y lanzaba un primer hachazo, al que sólo pudo seguir Levi Leipheimer. El estadounidense no pudo resistir el segundo y tuvo que conformarse con perder el menor tiempo posible.

Junto a Michele Scarponi, cruzó la línea de meta a 23 segundos del nuevo líder. Algo más perdían Ivan Basso (38») o Cadel Evans (50»), mientras Denis Menchov, que llegaba a la cita con una gripe y un atropello a sus espaldas, se dejaba más de medio minuto.

Entre los nuestros, Haimar Zubeldia fue el mejor, a poco más de un minuto, mientras Igor Antón, Miguel Mínguez, Mikel Nieve y Beñat Intxausti cedían alrededor de dos.

Con lo que resta, todo parece indicar que Contador se apuntará la primera Volta de su palmarés. A no ser que RadioShack, con tres hombres a menos de minuto y medio convierta las llanuras en un campo de batalla.