Gloria LATASA gloriameteo@hotmail.com
Por fin la primavera
Por fin, dice la locutora del telediario, ha llegado la primavera. Confieso que me ha costado comprender el enfático «por fin», cuando el invierno pasado no se ha distinguido ni por su larga duración ni por su dureza. Debe de ser, lo siento, que no llevo nada bien los programas que obligan a vivir la vida en «directo». El reportero que, medio volando, nos muestra la fuerza del viento. El cronista que engulle exquisiteces y que, habiendo dejado a duras penas trabajar al cocinero, termina aseverando que todo está muy bueno... Ahora todo llega en directo. La primavera, la historia, la guerra… Va a ser que antiguamente vivíamos en diferido.
En el mismo telediario, tras el anuncio de la entrada de la estación, siguen poniéndose transcendentes y nos hablan de moda y de tendencias. O sea, más anuncios. Y nos dicen que se van a llevar, que lo sepas, vestidos «fáciles de poner», sin mangas, cortitos… Y que se van a llevar sandalias y tacones altísimos. Y que se llevará el fucsia. Nada tengo en contra de los colores. Algo, sí, en contra de los tacones-zancos. Y mucho más con que para los trapos no se tenga en cuenta lo que en los próximos meses nos pueda deparar el termómetro.
Y ¿cómo va a ser la tendencia meteorológica esta primavera? Según el jefe de predicción de Aemet (Agencia Estatal de Meteorología) va a ser una estación «normal», salvo en Canarias y Baleares donde se esperan temperaturas superiores a la media. Así que será inestable. Lo que significa que irá aumentando la cantidad de radiación solar, que se elevarán las temperaturas en tierra, que las lluvias serán frecuentes y que el mar se resistirá a calentarse debido a su inercia térmica.
Si ya lo decía mi abuela: «Hasta el cuarenta de mayo, no te quites el sayo». Un sabio consejo, tan práctico para la ciudad como para el campo. Quienes estamos acostumbrados a ir a las montañas todo el año sabemos que no es disparatado encontrarse con frío y con nieve en el mes de junio. Incluso, en pleno verano. Así que no nos dejemos engañar por el anuncio y sigamos llevando en nuestras mochilas el equipo mínimo necesario.