La crisis política y financiera de Portugal, con rescate a la vista incluido, no pasó ayer de ser un tropiezo de primera hora, cuando el Ibex abría a la baja hasta perder más de un 1%. En ese momento acabó todo el miedo a las consecuencias del rescate de Portugal. La mayoría de analistas, el mismo Gobierno y otros organismos trataron de minimizar las consecuencias del colapso portugués en su relación con la situación del Estado español. Así, tampoco se esperan más efectos negativos por el anuncio de Fitch de la rebaja de dos escalones en la deuda portuguesa de largo plazo. No obstante, habrá que esperar la reacción de hoy en los mercados puesto que encarecerá aún más su financiación. Tampoco fue más allá la rebaja de calificación de Moody's a treinta cajas y bancos del Estado español. Los inversores se fijaban en la reunión de Bruselas, donde se pretende dejar todo bien atado de cara a las operaciones de rescate y a la ampliación de los fondos para solventar nuevas crisis. Por tanto, la influencia del problema de Portugal fue prácticamente inexistente, y hasta el principal índice de Lisboa, el PSI 2O, ganó un 1,12% con sólo un valor a la baja. Al cierre, el Ibex se sumó un 1,11% y hoy saldrá con 10.755,60 puntos. Los avances de Fráncfort (+1,90%), París (+1,41%) y Londres (+1,47%) fueron aún más convincentes. En el Ibex, los bancos ignoraron el toque de Moody's y cerraron al alza. BBVA sumó un 1,22%, Santander, un 1,37%, Popular, un 1,53%, Bankinter, un 1,42%, y Sabadell, un 1,02%. El mejor fue OHL (+4,50%). En París, Peugeot (+3,77%) lideró las subidas. Ninguna firma acabó en rojo.