Joxemi Redín, nacido en Iruñea en 1969, crecido en Larraga, es parte de la historia tropical de Euskal Herria. Cuenta que, a la edad de once años, llega a sus manos una cinta de los Beatles que escucha una y otra vez. En algún momento lejano recuerda que ve tocar a los Ramones en la tele y que desde ese instante su universo juvenil y su concepto de la música cambia.

Más tarde, descubre a los Sex Pistols, The Clash, Dead Kennedys... y ya «ni el fútbol ni las cosas de críos de esa edad, 13 años, me dicen nada. A mí, punk rock, y lo demás cuento. Pasado un tiempo, mi horizonte musical se amplía, y descubro el ska: Madness tuvieron la culpa. Luego vinieron todos los demás Bad Manners, Specials, The Beat... Las orquestas en fiestas de mi pueblo tocaban `Lip up fatti' y `Un paso adelante', y yo alucinaba. Después, daba el coñazo a los músicos, para que me enseñaran como hacían eso del ska. Creo que estaban de mí hasta los huevos».

«Siendo de un pueblo es muy difícil estar a la última -recuerda Joxemi-, así que los fanzines, los catálogos por correo y el `Bat Bi Hiru'... del periódico `Egin' fueron nuestra única forma de enterarnos de que no sólo en Gran Bretaña y Estados Unidos se hacía música. Aparecen La polla, Kortatu, Los Zika, Potato, Baldin Bada... Decibelios en Barna. Sigo los conciertos que puedo haciendo autostop o engañando a alguno del pueblo. Al final, decidimos juntarnos unos cuantos del pueblo y hacer una banda de ska y oi!, Virus de Rebelión». Los Virus aguantan cuatro intensos años en escena, aparecen en el recopilatorio «Skalerriapunk», de 1986, y se disuelven ante las diferentes opciones de cada uno.

El presente

En 1994, Joxemi se desplaza hasta Madrid. Ingresa en Ska-p, con los que recorre medio mundo. En un concierto conjunto con Bambole Di Pezza, conoce a Micky. Surge la química entre ambos, «me gustó mucho su voz, su actitud y su filosofía de vida». No Relax insiste, perdura más allá de las crisis y ya van cuatro discos, el último, «Animalibre», que presenta en estos días. Álbum que condensa el mundo del jarkore y el del punk-rock, siempre con la capacidad melódica de Micky al frente y la experiencia de Joxemi en el concepto, composición y producción.

La grabación, excepto batería, se realiza en la casa de Joxemi en Gares, «así no tenemos prisas ni distracciones. Cena, patxaran y a darle», sentencia Joxemi. El álbum lo publica Maldito Records, versión en cedé y vinilo.