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Sergio YAHNI Director de AIC (Alternative Information Center)

El «diálogo de misiles» entre Israel y la resistencia palestina sube de tono

Oriente Medio vivió ayer un nuevo capítulo en la hasta ahora última escalada de violencia con el lanzamiento desde territorio palestino contra suelo israelí de nuevos proyectiles, dos de ellos cohetes «Grad» de largo alcance, mientras los aviones de Israel bombardearon la Franja de Gaza. El «diálogo de misiles» ha subido de tono estos últimos días.

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Cuatro palestinos resultaron heridos por las bombas lanzadas por la aviación israelí contra la Franja de Gaza, tres de ellos vecinos del barrio de Zeitun, en el este de la ciudad de Gaza, cerca de la frontera con Israel, y el cuarto, un jefe local de las Brigadas Nasser, el brazo armado de los Comités de Resistencia Popular, cuando disponía a disparar contra el puerto israelí de Askhelon,informó su organización, que reivindicó el lanzamiento de tres cohetes contra territorio israelí.

Pero éstos no fueron los únicos proyectiles que impactaron ayer en suelo israelí, las Brigadas al-Quds, brazo armado de la Yihad Islámica, también asumió el lanzamiento de varios cohetes contra la región de Askhelon. Disparos que, a diferencia de los bombardeos israelíes, no causaron víctimas, ni siquiera en el caso de los dos cohetes «Grad» de largo alcance disparados desde la Franja de Gaza, que impactaron en Ashdod y en una zona al norte del puerto mediterráneo, y de cuyo lanzamiento las autoridades israelíes responsabilizaron directamente a Hamas, que gobierna ese territorio.

«Sabemos cómo actuar y lo hemos demostrado en el pasado, golpearemos proporcionalmente cuando se necesite», advirtió el ministro israelí de Defensa Civil, Matan Vilnai. En la misma línea, su primer ministro, Benjamin Netanyahu, afirmó antes de partir hacia Moscú que las organizaciones palestinas tratan de «poner a prueba» a Israel y subrayó que «el Gobierno, el Ejército y el pueblo israelí tienen una voluntad de hierro para defender su país».

Durante su visita a Rusia pretende persuadir al Kremlin de que abandone toda indulgencia respecto a Siria e Irán y no venda armas a esos países para que éstas no caigan en manos de organizaciones como la libanesa Hizbulah o las facciones palestinas, ya que Tel Aviv ve la mano iraní también detrás los cohetes de largo alcance disparados ayer. «Esta venta de armas en nuestra región es un tema que nos preocupa mucho», admitió un funcionario israelí.

Varias hipótesis

Israel indicó que sus ataques aéreos son una respuesta al lanzamiento de cohetes y Hamas aseguró que los ataques de las últimas semanas fueron provocados por los bombardeos israelíes.

Lo cierto es que en marzo se ha producido una escalada de violencia, que ha incluido el ajuste del boicot económico por parte de Israel y el lanzamiento de cohetes desde territorio palestino. El diálogo de misiles se ha intensificado con la utilización de proyectiles «Grad» de largo alcance por parte palestina y los bombardeos masivos contra la población civil por parte de Israel.

El viceprimer ministro israelí, Silvan Shalom, declaró en un programa radiofónico que quizás ha llegado la hora de prepararse para una nueva invasión en la Franja de Gaza.

Es difícil de adivinar los motivos que han llevado a Israel a provocar esta escalada de violencia en la Franja de Gaza, poniendo fin a más de dos años de alto el fuego. Podría deberse al nombramiento de un nuevo Jefe del Estado Mayor, también podría ser una consecuencia del hecho de que la atención internacional esté concentrada en la catástrofe de Japón y los acontecimientos de Libia, e incluso podría tratarse de un intento de prevenir las negociaciones interpalestinas para la formación de un nuevo Gobierno palestino que incluya a Hamas, ya que la presión popular había dado lugar a un compromiso de diálogo en este sentido entre Al-Fatah y el movimiento islamista.

Pero, en este caso el Ejército israelí juega con fuego, ya que mientras el movimiento popular palestino ha elegido el camino de la lucha no violenta como método de resistencia a Israel, las organizaciones militares tienen que justificar su existencia frente a las hostilidades sionistas.

En caso de que la situación en la Franja de Gaza empeore, la respuesta palestina podría no limitarse a atacar la frontera sur sino que podría expandirse a otras regiones de Cisjordania y Jerusalén, como evidencia el atentado del miércoles en Jerusalén que costó la vida a una mujer de 56 años y que la Policía israelí atribuye a combatientes palestinos.