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El oleaje está tras el naufragio que deja tres personas desaparecidas

Tres varones desaparecidos y un niño de 12 años y otro hombre más de 52 rescatados tras pasar doce horas a la deriva sobre la quilla de un bote, Es el balance del naufragio que el jueves sufrió una embarcación frente al puerto de Zierbena. El peligroso viento sur reinante a esas horas y el cadente oleaje pudieron hacer volcar la embarcación, que apareció a 13 millas de donde partió a pescar verdel.

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Joseba VIVANCO |

«El sur es muy malo», recordaba ayer, a pie del coqueto puerto de Zierbena, un viejo pescador local al referirse al viento que sopla durante estos días y que en la tarde-noche del jueves lo hizo con rachas de hasta 80 km/h. «El viento sur es agradable para los aldeanos de tierra adentro, pero en la mar es muy traidor», asentía en esa misma línea Marze Elorza, alcalde de esta localidad vizcaina que durante toda la jornada, desde el alba, vivió una tensa calma. «No era el día más aconsejable para hacerse a la mar», comentaba el primer edil, quien horas después matizaba que «gente de aquí con experiencia también salió a pescar a esas horas, así que igual no ha sido una temeridad».

No será nada fácil hallar en breve a los desaparecidos, tres varones, entre ellos el padre del joven Arkaitz, de 12 años, rescatado tras doce horas de naufragio con síntomas de hipotermia junto a otro de los miembros del grupo, Txema Bilbao, de 52. Todos ellos salieron a pescar verdel a media tarde del jueves y fueron hallados, sobre las 7.30 de ayer, a unas 13 millas en diagonal a Zierbena y a 9 -14,4 kilómetros- de Castro Urdiales, con la quilla del bote al sol. «Volcamos sobre las ocho de la tarde» -seguramente mucho más cerca de la costa que donde aparecieron-, relató el propio Bilbao desde el hospital de Cruces donde fue atendido, junto al menor, y dado de alta horas más tarde.

Habituales en Zierbena

Sobre la identidad de los tres desaparecidos, Interior no facilitó detalles. Al parecer, del total del grupo, cuatro eran de Bilbo y uno de Erandio. Uno de ellos sería policía municipal de la capital bilbaina y, según Onda Vasca, otro podría ser ertzaina. No se trataba de pescadores profesionales -el bote pertenecía a un amigo suyo que no iba con ellos el jueves-, pero sí eran habituales en este puerto vizcaino, incluso el domingo y el lunes algunos de ellos habrían salido también a pescar.

Ayer, en el puerto de Zierbena contrastaba la tranquilidad del mar con la zozobra del muelle, donde dueños de embarcaciones -están censadas unas doscientas- y paseantes intercambiaban hipótesis. Una parecía unánime: que esa tarde la mar no era la más propicia para salir. Y otra, en la que también parecía haber coincidencia, es que el bote de fibra de plástico, la típica txipironera, de seis metros de eslora, no era la idónea para acoger a cinco personas con el oleaje que presentaba el agua.

Tras hablar con personas que les vieron esa tarde, el alcalde del municipio relató que al parecer el mar estaba tranquilo en las proximidades del puerto, pero más allá de la protección del superpuerto era otra cosa. En principio, el bote se habría dirigido a pescar verdel a una zona situada a apenas una milla de la costa, conocida como «el Cajón». A partir de ahí, no se sabe -lo tendrán que contar los dos rescatados- si se alejaron de ese refugio o si el propio sur que ya soplaba con cada vez más fuerza los fue llevando mar adentro.

«El sentido común es la primera medida de seguridad y ayer no era el mejor día para salir cinco personas», opinaba al ser preguntado Fernando Cayuela, director de la Escuela Superior de Náutica y Máquinas Navales de la UPV-EHU, en coincidencia con la creencia mayoritaria. Desde la Agencia meteorológica Euskalmet y desde la propia Dirección de Emergencias de Lakua se detallaron las condiciones del mar en esas horas.

La boya de Matxitxako marcó una ola máxima de 1,5 metros y unas olas medias de 0,80 metros, nada peligrosas sino fuera porque el viento sur reinante provocó que ese pequeño oleaje fuera, por contra, continuado, con una diferencia de apenas 4 ó 5 segundos entre cresta y cresta de ola, algo que provoca un cabeceo continuo en las embarcaciones y la entrada de agua. Como apuntaba el navegante Unai Basurko en declaraciones a Radio Euskadi, «el peligro no es la altura de las olas, sino la cadencia de las mismas».

Pudo entrarles agua, pudo haber un problema en la embarcación, pudieron escorarse demasiado todos a la vez hacia un lado del bote, se pudo generar una situación de nervios... «Entendemos que han tenido un percance provocado por el fuerte viento y alguna racha fuerte. Y, desgraciadamente, ha ocurrido lo que todos sabemos: la mar y el viento les ha hecho volcar», aventuró el responsable técnico de Emergencias, Gaizka Etxabe, que coordinó el operativo desde la sede de Salvamento marítimo en Arriluzea.

Doce horas sobre la quilla

Él fue el encargado de detallar la cronología de los hechos. Sobre las 22.00 del jueves en SOS Deiak recibieron una llamada de una mujer que aseguraba «que su marido, junto con otras cuatro personas, entre las que había un niño, habían salido a la mar» a pescar verdel desde Zierbena, y tenían que haber regresado en torno a las 20.00. Se sabe que, poco después de las 17.00, embarcaron después de comprar cuatro cervezas y un refresco en un bar del puerto. Todo indica que iban sólo para un par de horas.

A partir de las 23.00 y durante toda la noche se procedió al rastreo con embarcaciones y un helicóptero de Salvamento Marítimo. Fue a las 7.36 cuando se localizaba, volcada, la embarcación, con un menor y un adulto con síntomas de hipotermia. Durante todo el día se prosiguió con la operación, se inspeccionó el bote por submarinistas y finalmente se trasladó a puerto, a donde llegó a media tarde para ser reconocida en tierra.

El Servicio de Emergencias confirmó que el grupo no portaba chalecos salvavidas -algo obligatorio junto a un kit con bengalas-. Este hecho, junto con el tiempo transcurrido desde que ocurrió el naufragio, así como la baja temperatura a que se encuentra el agua del mar, en torno a los 10º, motivó que las esperanzas de hallar con vida a los tres desaparecidos fueran mínimas.

A las 21.00, con la noche ya echada, se interrumpieron las labores de rastreo, que se espera prosigan durante la jornada de este sábado.

Hallan en Getxo un cadáver sin relación con este caso

Durante las labores de búsqueda de los tres desaparecidos en Zierbena, la Ertzaintza localizó ayer un cadáver. El cuerpo, que no guardaba relación con el naufragio, se encontraba entre la plaza de Aitzgorri y el espigón de Punta Galea, en el término de Getxo. Un helicóptero de la Ertzaintza colaboró en el rescate del cuerpo del fallecido, cuya identidad se desconocía.

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